SANTIAGO.- La Iglesia Católica expresó su apoyo al movimiento de Aysén a través de una declaración pública este viernes y de paso señaló tener profunda preocupación por la violencia que se ha generado en la región.
El vocero de la institución, Jaime Coiro señaló: "No podemos permanecer indiferentes ante el clamor de comunidades que se sienten postergadas, desoídas e incluso ignoradas".
Agregó que la Iglesia conoce bien las peticiones de la zona por el trabajo pastoral que allí se realiza.
Reconocen el esfuerzo para establecer el diálogo entre las organizaciones sociales y la autoridades, pero saben de las "complejas dificultades para lograrlo".
El otro tema que tiene preocupada a la Conferencia Episcopal es la violencia en el accionar y en el discurso, que puede terminar torpedeando los acuerdos, "contra la voluntad mayoritaria de buscar soluciones reales en un clima de paz y respeto".
Finalmente el organismo hace un llamado a todas las partes para "desplegar sus mayores esfuerzos para evitar la violencia", apuntando que "cuando se anteponen al diálogo la presión ilegítima, las amenazas e intransigencias, la comunidad en su conjunto es la principal perdedora".