No hay nada mejor que darle pan ensopado en vino a los loros para que se les desate la lengua y comiencen a hablar web-adas.
Pareciera ser el caso de Alan Gabriel Ludwig García Pérez, por azar presidente del Perú con apenas un 26% de popularidad según la encuesta Ipsos-Apoyo de octubre pasado, quien ayer protagonizó una nueva esclada verbal contra Chilito lindo, en el marco del llamado caso "espionaje".
El mismo mandatario que ante el bullado y oscuro desenmascaramiento del suboficial de la Fuerza Aérea Peruana, Víctor Ariza como presunto espía chileno, nos calificó el martes de "republiqueta", ayer aseguró que nosotros los espiamos por envidia, al observar que Perú "avanza y crece... y por eso quieren saber cuál es el secreto".
"Se lo diré en voz alta (...) el secreto del crecimiento es trabajar por el pueblo, el secreto del crecimiento es hacer que el Perú crezca", trinó al explicar por qué la estaríamos haciendo de James Bond.
Así respondió a los dichos de la Presidenta Michelle Bachelet, quien le dijo al mandatario cholito que era "ofensivo y altisonante".
Pero García no se quedó ahí y soltó las siguientes perlas contra La Jefa: "La vecina que está triste habla mal del otro, del vecino" y "sólo el que se siente débil vive espiando".
EXPLICACIÓN
La razón de tanta sinrazón, según informó en reunión reservada el canciller Mariano Fernández a la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, es la inestabilidad interna que enfrenta García en el Perú.
Es que Alan Gabriel Ludwig, cuya economía creció un 7% en 2008 y proyecta un 8% para éste, no se explica por qué sólo un 26% de su país lo quiere, debido a su política económica neoliberal darwiniana y malthusiana, que tiene al pueblo con el precio de los alimentos por las nubes y con temor a que se desate una inflación.
Y la receta, la vieja receta acuñada por un mal huésped argentino como fue Domigo Faustino Sarmiento, es cargar con el rival ancestral: Chile.
Especialmente un país que es dirigido por una mujer que concita el 80% de apoyo de su pueblo, según la encuesta Adimark de octubre pasado.
He ahí la razón de la curadera con vino del lorito norteño.
suboficial. Por su litro, ayer se supo que el suboficial Víctor Ariza está arrepentido: "Me encuentro totalmente arrepentido de lo que he hecho y le pido disculpas a mi familia, a mi país, a mis padres y al Presidente de la República".
Además, por la tarde las autoridades peruanas entregaron en la embajada de Chile en Lima los documentos que a su juicio prueban el espionaje de Ariza pagado por agentes jaguares.
Manuel Vega O.
