En 2009 fue el "Ñaca", el año pasado el "Chico Álex" y ahora fue el popular "Telo" el coronado como Rey de la Paja en el pueblo minero de Andacollo.
El nuevo papi de los pajeros es amante de los burros y le ganó la corona al popular "Pollo al Jugo", a un huaso y a un gaucho.
Osciel Guerrero, de 56 años, trabaja en el cuidado de asnos de cinco patas y debido a que es soltero también se dedica a "coser a mano".
Debido a su afición a la "costura", el "Telo" tiene las manos llenas de callos, "pero también es por culpa de la horqueta que ocupo en la faena de la trilla", aclaró.
"Vivo solo en mi rancho y no tengo polola, pero las mujeres igual me visitan harto", se quebró el "Telo"
Sin que nadie le moviera la jaula, el presidente del Club de Huasos de Andacollo, Yaco Pastén, señaló que su compadre "está bien dotado y por lo mismo las mujeres lo aplaudieron tanto cuando lo eligieron Rey de la Paja".
El nuevo monarca del carrete pajero recordó que el año pasado perdió por un puño la corona ante el "Chico Álex".
"Él ganó con el apoyo de los hombres, pero a mí me eligieron las mujeres", dijo el "Telo", quien confesó que en su vida no ha trabajado mucho.
"Es que mi verdadera pasión son los burritos. Me gusta arrearlos, cuidarlos y cargarlos. La gente de Andacollo me conoce y me quiere por eso y por lo mismo hubo una época que me bautizaron el 'Siete Burros'", contó Osciel.
"El arreo de los burros y las cabras es una pega descansaíta y por eso me gusta tanto. No es mucho trabajo", indicó el querido "Telo", quien ayer mismo comenzó a celebrar su reinado con una transfusión de cerveza a la vena.
En la tradicional fiesta costumbrista, la barra también eligió a la Reina de la Trilla a Yegua Suelta.
Este año la ganadora de la corona fue Rosalía Pastén (37). Apenas se la pusieron, la comadre salió a celebrar su reinado y bailó una patita de cueca con el Rey de la Paja.
Al carrete pajero también llegaron a ponerle güendi los mineros Esteban Rojas y Víctor Castillo. El primero estuvo encuevado en la mina San José y su colega sobrevivió al accidente de la mina Flor de Té, ocurrido en el sector El Culebrón de Andacollo en febrero de 1964.
En la fiestoca popular también dijeron presente huasos folcloristas y gauchos de San Juan, los que arrasaron con el copete y el bitute.
Tras la jarana, varios andacollinos quedaron con cara de cueca y las mujeres fueron las únicas que regresaron felices a sus hogares. "Es que entre tanto polvo y paja varias se van a ir contentas", voceó el locutor oficial del mejunje.
