Al rescate de la memoria del mundo

Al igual que Chile, son varios los países que recuerdan a las víctimas de períodos conflictivos de su historia a través de museos o memoriales. ¿Qué integran estas colecciones repartidas por todo el planeta? ¿Cuál es el fin último con que el fueron creadas?

Medio día del martes 14 de agosto. Entre pantallas gigantes que muestran el bombardeo a La Moneda, escaparates con decenas de documentos de la época de la dictadura y muros cubiertos de incontables fotografías de detenidos desaparecidos, son cientos los visitantes que recorren en silencio los pasillos del Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos, emplazado en la comuna de Quinta Normal.

En la entrada por Matucana, transeúntes recuerdan que, un día atrás, dichos sobre ese mismo recinto obligaron la renuncia del ministro de Cultura, Mauricio Rojas, quien calificó en 2015 a las instalaciones como "un montaje" y "un uso desvergonzado y mentiroso de una tragedia nacional".

Mientras desde el oficialismo algunas voces salieron en apoyo de los dichos de Rojas, acusando parcialidad en el mensaje del museo capitalino, el propio Presidente Sebastián Piñera, tras aceptar la renuncia del ministro, recordó que "es bueno preguntarnos con la misma libertad, y analizar con objetividad, con profundidad y con buena fe: ¿Por qué se debilitó la democracia y el Estado de Derecho en nuestro país?".

De inmediato surgieron la interrogantes: ¿Cómo se define un museo de la memoria y qué es lo que debe mostrar?¿Debe explicar e interpretar el origen de las violaciones a los DD.HH.?

La presidenta del directorio del Museo de la Memoria, María Luisa Sepúlveda, comentó a Sábado que "la misión es poner en conocimiento de la sociedad, especialmente de las nuevas generaciones, lo que nos pasó como sociedad entre 1973 y 1990, en relación a las violaciones de Derechos Humanos realizados por el Estado contra ciudadanos chilenos. En Chile no hay una sola visión de lo que pasó antes y no nos corresponde a nosotros (adoptar una), porque entraríamos a justificar las violaciones a los DD.HH., cualquiera sea el contexto".

De esta forma, la narrativa del museo no se explaya en la época del gobierno de Salvador Allende, sino que se enfoca en las violaciones a los DD.HH. sumando relatos de afectados, imágenes de detenidos desaparecidos, elementos de tortura usados por los agentes de gobierno, documentos de las Comisiones de Verdad -como los informes Valech y Rettig-, prensa de la época, apoyo internacional y la transición hacia la democracia, con el plebiscito de 1988.

Ante esto, cabe la pregunta ¿Cómo son los museos de la memoria en el resto del planeta?. A continuación, algunos de los más reconocidos.

Holocausto

Varios museos repartidos por el mundo dan cuenta de las violaciones a los DD.HH. realizados por la Alemania Nazi contra el pueblo judío antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Los principales se encuentran en Israel y Estados Unidos.

Inaugurado en 1953, el museo de Yad Vashem, en Jerusalén, destaca la represión contra los judíos a través de testimonios de sobrevivientes, objetos personales y artículos originales de la época.

En el sitio, destaca la Sala de los Nombres, donde "Hojas de Testimonio" muestran imágenes y relatan breves biografías de cada una de las víctimas del Holocausto. Hay cerca de 2,7 millones de hojas en el depósito que circunvala la sala. Y espacio en total para 6 millones, el total de afectados por el Holocausto.

En Washington, el Museo del Holocausto alberga desde 1993 un enorme repositorio de evidencia del Holocausto que incluye violaciones a las víctimas, relatos de sobrevivientes y de quienes los liberaron. La colección permanente -que se distribuye por los tres pisos del edificio- ofrece una narrativa cronológica del Holocausto a través de millones de documentos, artefactos, fotos, películas, libros y testimonios.

El relato comienza con el auge del partido Nacional Socialista en 1933 y culmina con la victoria de los Aliados sobre la Alemania Nazi.

Apartheid

En Johannesburgo, funciona desde 2001 el Museo del Apartheid, el que ilustra el auge y caída de este sistema de segregación racial vigente en Sudáfrica por más de 50 años y que se extendió hasta 1992.

En 22 áreas de exhibición individuales, los visitantes pueden conocer, -a través de filmaciones, fotografías, documentos y artefactos- la imposición de la "supremacía blanca" y la lucha de la mayoría negra por acabar con esta opresión.

El museo tiene ingresos segregados para blancos y negros (las entradas se entregan de forma aleatoria), además de mostrar elementos importantes de la historia sudafricana como la encarcelación y liberación de Nelson Mandela, la protesta de 1976 realizada por escolares de Soweto. También en el techo de una de sus salas se puede apreciar una obra compuesta de 131 nudos, que representan los presos políticos ejecutados durante el período.

Hiroshima

En 1955 se fundó el Mueso de la Paz de Hiroshima, que expone en detalle la catástrofe que significó el lanzamiento de la bomba atómica por parte de Estados Unidos el 6 de agosto de 1945, pero también hace una crítica del militarismo japonés.

Los visitantes pueden encontrar una copia de la orden militar que anunció el lanzamiento de la bomba, que finalmente causó la muerte de más de 150 mil personas y que, junto a una segunda lanzada en Nagasaki días después, marcó el fin de la Segunda Guerra Mundial.

En el recorrido se explica desde los esfuerzos de Estados Unidos por conseguir la bomba atómica, con el proyecto Manhattan en 1942, pasando por el papel de Japón en la guerra y por qué se eligió a Hiroshima para el ataque; por su tamaño, sus instalaciones militares y porque no poseía campos de prisioneros aliados.

Finalmente, se explican las consecuencias del lanzamiento de la bomba, con imágenes de la devastación y testimonios de sobrevivientes. Su fin último es recordar a la humanidad los horrores de los ataques nucleares y la necesidad de que sean erradicados para siempre. Como ejemplo, se pueden ver cientos de cartas de protesta enviadas por muchos alcaldes de Hiroshima a los países que han realizado pruebas con armas nucleares.

Argentina

Durante la dictadura de Jorge Rafael Videla (1976-1983) cerca de 30 mil personas resultaron desaparecidas. En Buenos Aires, la Escuela Mecánica de la Armada (Esma) funcionó como centro clandestino de reclutamiento, detención, tortura y exterminio. En 2007, el recinto se transformó en el Espacio de Memoria y Derechos Humanos.

Su contenido se basa en las violaciones a los DD.HH. cometidas desde el inicio de la dictadura, con una muestra basada en testimonios de las víctimas, documentos históricos, los juicios a los militares involucrados y documentos desclasificados por agencias del Estado para los denominados juicios Esma, una serie de causas por delitos de lesa humanidad cometidos en ese período.

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