Alcotest 2.0 cacha hasta el bronceado de cantina

Ni siquiera el tufo a botiquín será necesario ahora para pillar a los curaítos, ya que el nuevo alcotest con el que contará Carabineros para sus controles detectará de una y sin soplar a los cufifos.

Las nuevas máquinas, que fueron donadas por la Intendencia de Santiago, reconocen a los copeteados con sólo acercar el artefacto a su cara, acción que disminuye los tiempos en los controles.

Por si fuera poco, en los accidentes de tránsito, el alcotest podrá detectar la presencia de vapores etílicos al interior de los vehículos, pues tiene una súper nariz.

Los chupitest 2.0 fueron presentados en compañía de las nuevas pistolas de velocidad.

En total, 101 detectores de velocidad y 191 alcotest serán repartidos entre las 51 comisarías de la capital.

"La meta del Gobierno es reducir los fallecidos en accidentes de tránsito, por lo que estamos trabajando en generar una reforma de seguridad vial en Chile. Contar con estos modernos equipos representa un gran apoyo a nuestro trabajo", explicó la secretaria ejecutiva de Conaset, María Francisca Yáñez.

Los equipos seignificaron una inversión de unos 300 millones de pesos y, según el jefe de la Prefectura de Tránsito de Carabineros, coronel Víctor Cancino, ayudarán a la labor preventiva.

"Esta tecnología agiliza la fluidez de los controles de tránsito. Analizamos los puntos críticos de Santiago para reorientar las fiscalizaciones", señaló.

El ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz aplaudió de pie las donaciones.

"Estas medidas, sumadas a otras como la Ley de Tolerancia Cero, nos permiten reducir los accidentes de tránsito. De hecho, en los primeros meses de este año logramos el menor número de fallecidos por esta causa de los últimos 13 años".

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