Por el cierre del Año de la Misericordia (de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016) y por orden del mismísimo Papa Pancho, la Diócesis San Juan Bautista de Calama decidió desplazar a sus curitas a lugares públicos para hacer confesiones express.
Desde el sábado 6 de noviembre varios sacerdotes escucharon los pecados de los calameños en la Feria El Loa.
Cientos de cristianos se arrodillaron en cómodos confesionarios que el obispo monseñor Óscar Blanco mandó a hacer para la fiesta de Ayquina.
Lo más sorprendidos fueron los cientos de pericos que el miércoles se fueron a comprar pilchas, pasear o tomarse un heladito al mall de Calama. En el templo del consumismo también instalaron un confesionario para que la barra expiara sus culpas.
Uno de los sacerdotes encargado de esta labores es el padre Antonio Espinoza Ortiz (47), vicario de la Catedral de Calama, quien contó que la experiencia ha sido bacán, puesto que despertaron la sorpresa en las personas.
Además de las confesiones, la Iglesia realiza misas en estos lugares. Por ejemplo, el martes antes de abrir las tiendas del mall, los que estaban ahí celebraron una eucaristía cerca de una escalera mecánica.
10 minutos
Las tareas continuarán este sábado en el terminal Agropecuario de la Tierra de Sol y Cobre, donde entregarán su bendición a los puestos que lo deseen.
"Ha sido una experiencia maravillosa, incluso la gente ha dicho que es bueno que la parroquia y los sacerdotes vayan donde está la gente, porque muchos no tienen mucho tiempo de participar en la iglesia por sus trabajos", comentó el padre Espinoza.
- ¿Y las confesiones son express o largas?
- Se hacen en estos lugares para que la gente gane más tiempo, ya que en las parroquias no les da el tiempo para hacer una buena confesión, al llegar con menos tiempo.
- ¿Cuál es el tiempo ideal de una confesión?
- La confesión debe durar más o menos unos 10 minutos, pero hay gente que se prolonga más, porque seguramente tiene problemas más complicados o necesita ayuda espiritual.
- ¿No le da plancha que la gente lo vea confesando a otros públicamente?
- No, nada. De todas maneras, nosotros estamos preparados para ello en cualquier lugar, y confesar es una obra de Dios.
- ¿Cree que esto acercará a la gente a la Iglesia?
- Lógicamente. Anteriormente, la gente se levantaba temprano, iban de pueblos del interior y sectores rurales a las misas. Y ahora, a pesar de tener más parroquias y más misas, la gente acude menos.