Tanto los rescatistas como los familiares esperaban que Álex Vega ascendiera a la superficie canturreando alguna ranchera o balada petazeta que tanto le gustan. Sin embargo, el titán lo hizo sereno y una vez abajo de la cápsula fenix 2 se persignó y le agradeció al Pulento el milagro.
Sus familiares no pudieron contener la emoción y su esposa, con lágrimas de alegría, le dio un emotivo abrazo y un beso de bienvenida.
Y con un "¡Viva Chile, mierda!", el minero le agradeció a las autoridades y a los rescatistas que hicieron posible su izamiento.
Tras la salida, la familia Vega no aguantó la sed y se parapetaron frente a las cámaras de televisión para cantarle frente a todo el mundo un modificado tema de Sol y Lluvia.
"Ahora viene celebrar el nuevo nacimiento de mi cuñado", señalaron sus familiares.
El titán Álex Vega había ingresado a trabajar a la mina para juntar el vil dinero para comprarse una casita y dejar de ser allegado en la casa de su familia.