Con cuello quedaron todos los sapos que estaban esperando a Jean Beausejour en el Nacional, porque eran muchos los que querían cachar cómo lo iba a recibir la hinchada bullanguera. Todo, porque del grone no se vio ni la sombra, y la única sorpresa de la noche fue que se dejó caer Alexis Sánchez.
Cuando iba a comenzar la mocha amistosa entre el Bulla y San Luis, arribó el bicampeón de América en una camioneta blanca. El tocopillano llegó en compañía de su representante Fernando Felicevich y su hermano Humberto, a quienes no le pidieron ni el carnet para ingresar.
De una la seguridad del equipo chuncho lo acomodó en un palco de la Marquesina, aunque no pudo estar ni cinco minutos sentado: toda la gente se le acercaba a pedir una foto.
Por lo mismo, fue llevado a una cabina de radios, la número 6, donde se quedaría encerrado para no moverse ni al baño. En esa caseta pudo ver los primeros 45 minutos, donde el equipo de Sebastián Beccacece fue puro bostezos, aunque se mandó una sonrisa cuando Felipe Mora embocó el 1-0.
En el entretiempo todos se querían estar cerca de Alexis. El cabro se puso pa' la foto para quienes se acercaban al vidrio. Aunque el que tuvo más suerte fue Diego Rivarola, quien fue invitado por Felicevich para ingresar con sus hijos para tomarse fotografías.
"¿Si se quiere venir a la "U"? Al menos tiene ganas. No conversamos mucho, pero cuando le dije que todos en esa caseta éramos azules me tiró una sonrisa. Creo que vamos bien", tiró al paso "Gokú".
El segundo tiempo fue a pura risas. Claro, el Bulla se destapó con otras tres pepas de Juan Leiva, Gastón Fernández y el debut goleador de Mario Briceño, que cerraron el 4-0.
Alexis encerrado sonrió siempre, hizo el amague de cantar alguna canción de Los de Abajo, pero antes que terminara la mocha apretó cachete sin decir ni pío, pero al menos le trajo suerte a Beccacece.