Como un hito importante para el proyecto fue definida la llegada de la primera antena europea para el Atacama Large Millimeter / submillimeter Array (ALMA), el observatorio radioastronómico que se emplaza a, cache, ¡cinco mil metros de altura en el Llano de Chajnantor, en plena cordillera atacameña, en Chilito lindo pueeeh!
Sí, porque con la llegada de la antenita, que no es de vinil precisamente, se completan las 16 necesarias para que los científicos y astrónomos comiencen a ponerle el ojal al Universo y cachar qué cresta pasa con él y desentrañar los misterios del cosmos que a todos nos dejan con la imaginación por allá arribita. Las 66 antenas que contempla el proyecto estarán listéilos el 2013.
La antena fue fabricada por el consorcio europeo AEM bajo contrato de ESO, y entregada al observatorio en Abril de 2011 en el Centro de Operaciones (Operations Support Facility, OSF), después de seis meses de pruebas.
El centro de operaciones está a una altitud de 2 mil 900 metros en los Andes, y allí la antena fue equipada con detectores de alta sensibilidad, refrigerada con helio líquido y dotada con diversos equipos electrónicos. De ahí la agarró uno de los grandes vehículos transportadores de ALMA, el que recorrió los 28 kilometro del camino desértico hasta el Llano de Chajnantor, última escala en un largo viaje que comenzó cuando los componentes de la antena fueron fabricados en diferentes países de Europa, bajo la supervisión rigurosa de la ESO.
El Gerente del Proyecto ALMA en ESO, Stefano Stanghellini, parló con el chope más inflado que palomo enamorado que "es genial ver llegar la primera antena europea de ALMA a Chajnantor. Es desde esta árida meseta que estas obras maestras de la tecnología se utilizarán para estudiar el cosmos".
A pesar de que ALMA todavía estará en construcción, el conjunto de 16 antenas que estará disponible ya sobrepasa a todos los otros telescopios de su tipo. Astrónomos de todo el mundo han presentado casi mil propuestas para las primeras observaciones científicas. Este nivel de demanda es aproximadamente nueve veces el número de observaciones que se espera llevar a cabo durante la primera fase de Ciencia Temprana, lo que demuestra el entusiasmo de los investigadores, incluso en esta etapa inicial.
El paso final desde el Centro de Operaciones hasta el Llano de Chajnantor es un viaje relativamente corto, pero para ALMA hace una gran diferencia. La ubicación elevada de la meseta -2100 metros más alto que el OSF- le da condiciones extremadamente secas, que son vitales para la observación en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas, ya que estas débiles señales desde el espacio son fácilmente absorbidas por la atmósfera de la Tierra.
Mientras Chajnantor es perfecto para ALMA, la gran altura y la falta de oxígeno lo hacen menos agradable para los visitantes humanoides. A pesar de que hay un Edificio Técnico en Chajnantor -de hecho, es uno de los edificios más altos del mundo- las personas que trabajan en ALMA realizan la mayor cantidad de tareas posibles desde la menor altura del OSF, donde se opera el telescopio de forma remota.
Cuando se complete la construcción en 2013, ALMA contará con un total de 66 antenas de última tecnología, que trabajarán juntas como un solo telescopio de gran alcance para observar la luz en longitudes de onda milimétricas y submilimétricas. ALMA permitirá a los astrónomos estudiar el origen de los planetas, estrellas, galaxias e incluso el universo mismo, mediante la observación del frío gas molecular y el polvo en la Vía Láctea y más allá, así como la radiación de fondo dejada por el Big Bang.
