Hace años que un lanzamiento de Louis Vuitton no despertaba tantas expectativas. Desde marzo, Virgil Abloh
fue confirmado como el director creativo de la firma francesa en sus colecciones masculinas (primer afroamericano en ese cargo), nombramiento polémico, ya que su carrera siempre se ligó a una corriente urbana, al mando de "Off-White". Y ayer, le llegó el momento de mostrar el fruto de su creatividad.
El peso sobre sus hombros era grande, pero en el ambiente había fe en los resultados. Y cumplió, ya que el
mundo de la alta costura se rindió ante esta cruza que hizo entre lo callejero y lo más selecto.
Blindado por su círculo de hierro, que encabezan figuras como Rihanna, J Balvin y su amigo Kanye West, con quien lloró de emoción al finalizar la pasada por la pasarela instalada en los jardines del Palacio Real de París, el diseñador develó una colección de lujo.
El grueso de su
propuesta estuvo cargada al blanco, dando la espalda al negro tan clásico de la alta costura, y sumó cortes novedosos: pantalones más anchos, camisas menos entalladas. Igual aplicó estampados y colores que son tendencia, y los combinó en looks monocromáticos, logrando una colección que fue aclamada por el público y sus colegas, como Mike Amiri, quien reconoció que "comienza una nueva era en la moda, la nueva generación".