Alud arrasó con familia en el lugar donde hallaron a "Elisa"

Una trágica coincidencia quedó al descubierto en la zona devastada por el alud de lodo, troncos y escombros que pasó por el kilómetro 6 del Camino a Farellones, en Lo Barnechea.

En plena Quebrada de Ñilhue, a metros del lugar donde el aluvión acabó con la vida de la secretaria del colegio Newland, María Fernanda Corvalán Herrera (41), y dejó desaparecida a su hijita de 1 año y 9 meses, Daniela Paz Jesús (1), se grabó hace un par de semanas una escena de la teleserie nocturna "¿Dónde está Elisa?".

A orillas de ese cajón, y en un terreno aledaño a la casa de los  Aspillaga-Corvalán, el comisario Rivas encontró el cuerpo agonizante de  la joven raptada por su tío en la telenovela de TVN.

"Quién iba a pensar que la grabación de Elisa, cerca del terreno de la señora Marta, acá al ladito de donde vivía la guagua desaparecida, iba a pasar esta tragedia", señaló Luis Galindo (29), uno de los lugareños que vive a pasos de la familia víctima de la colosal columna de lodo.

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A la pareja compuesta por el profe de buceo Fernando Aspillaga y María Fernanda se le hizo chica la casa y tenía decidido cambiarse a una más grande para Fiestas Patrias. En sólo 12 días más.

Según la encargada de actividades  extraprogramáticas del Colegio Newland, Antonieta Cantuarias, jefa directa de la víctima del alud, la idea del clan era tener una pieza para la  su hijita con síndrome de Down y que en noviembre cumple 2 años.

También habilitarían una pieza para recibir regularmente a un hijo del anterior matrimonio de la fallecida madre y a los dos retoños que tuvo su esposo con su antigua pareja.

Lo extraño es que el nuevo hogar de la familia se emplazaría en el kilómetro 4 del Camino a Farellones, contigua a la cabaña en la que "Bruno Alberti"  tuvo en cautiverio a "Elisa Domínguez".

"Ellos se iban a una casita más grande que queda más abajo justo donde grabaron "¿Dónde está Elisa?", dijo el lugareño Luis Galindo.

El matrimonio, que en noviembre cumplía 11 años de casados, había asistido a la casa de amigos la noche del sábado para ver el partido de Chile con Venezuela. Pese a que les ofrecieron pernoctar allí, ellos prefirieron volver a su hogar.

"MARÍA FERNANDA ERA SENCILLA Y ALEGRE"

"Fernando está muy dolido, muy choqueado", comentó sumamente afectada Gabriela Melo, amiga de María Fernanda Corvalán, mientras realizaban los trámites para retirar su cuerpo desde el Servicio Médico Legal (SML).

"Imagínate que en un segundo desaparecieron frente a sus ojos su señora y su hija. Es realmente impactante para cualquiera", explicó Gabriela, quien acompañó al viudo Fernando Aspillaga en la dolorosa diligencia y describió a María Fernanda como "sencilla y alegre".

Antonieta Cantuarias, jefa de la secretaria que fue víctima del alud, señaló que la mujer "era muy fuerte, muy creativa, tira p'arriba, siempre alegre y apoyando a todo el mundo".

"Era una persona demasiado responsable, trabajadora, muy querendona de su familia y muy activa", agregó Antonieta, quien contó que su familia, y en especial el marido, están muy mal tras semejante tragedia.

El funeral de María Fernanda Corvalán Herrera se realizará hoy, a las 11 horas, en el Cementerio Parque del Recuerdo, recinto donde ayer fueron velados sus restos.

Alambre de púas salvó a Mercedes Oyarzo

Mercedes Oyarzo (64) lleva 45 años viviendo en el kilómetro seis del Camino a Farellones. Pese a que en un par de veces, durante los 80 y en 1992, estuvieron a punto de perderlo todo,  reconoce que esta es la primera vez que siente tanto pavor.

El alud de barro, árboles y piedras bajó a los pies de su casa y gracias a que la mujer se agarró a una alambrada de púas, evitó que el aluvión la arrastrara hacia la muerte.

Luego su hijo la rescató a dos minutos de la muerte: "La busqué en la casa y no la encontré. La vi colgando de la reja y no sé cómo la salté y la arrastré hacia arriba. Dos minutos después se vino todo abajo", señaló, emocionado, el hijo de Mercedes, Hernán Astorga (38).

Mercedes era vecina de los Aspillaga-Corvalán. Ella observó atónita cómo el río de lodo arrancó de cuajo la casa del matrimonio.

"Vi que el dueño de casa fue trasladado por el lodo y se agarró a un eucalipto. Luego comenzó a vagar como un sonámbulo buscando a su familia. Estaba choqueado.

R. Henríquez / P. Robledo

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