Los trabajadores portuarios aseguran que si sus demandas no son satisfechas antes del 25 de diciembre, causarán caos en el puerto en la noche del 31.
Hace 28 días que algunas céntricas calles de Valparaíso amanecen bloquedas, debido a la molestia de los trabajadores portuarios que iniciaron un paro por el incumplimiento de sus demandas de mayores ingresos y más seguridad.
Y ayer los manifestantes interrumpieron la avenida Errázuriz en ambas direcciones, causando caos vehicular cerca del monumento a los Héroes de Iquique.
Los enfrentamientos más duros se registraron en el edificio del sindicato de estibadores, porque desde su techo algunos exaltados lanzaron bombas molotov y peñascazos a la policía.
Un hecho llamó la atención de los transeúntes, las autoridades, empresarios turísticos y de la prensa. Resulta que varios lienzos amenazantes decían que si los trabajadores portuarios "no tenían Navidad" por el incumplimiento de sus demandas a esa fecha, no habría Año Nuevo para el resto de los vecinos y el millón de turistas que acude a ver los fuegos artificiales sobre el mar, ya que boicotearían las fiestas.
El conflicto involucra a los trabajadores del terminal 1, operado por la concesionaria Terminal Pacífico Sur Valparaíso, y la violencia de las manifestaciones ha ido escalando con trabajadores y carabineros lesionados.
El alcalde de la ciudad, Jorge Sharp, hizo un llamado a la calma y declaró que "el gobierno central es el que debe, a través de la ministra de Transportes (Gloria Hutt) o del Presidente Piñera, antes de Navidad, dar fin a este conflicto y que los trabajadores del Puerto puedan tener una Navidad tranquila".
El alcalde además considera que el conflicto se ha extendido innecesariamente por la intransigencia de los concesionarios y la lentitud del gobierno en actuar.
"Quiero solicitar directamente al Presidente que tome cartas en el asunto, y que en definitiva ejerza las facultades que tiene el Estado para que el conflicto llegue a su fin", agregó.
En tanto, el presidente del directorio de Empresa Portuaria de Valparaíso, Raimundo Cruzat, dijo que "lo importante es hacer un llamado a deponer la violencia, porque pone en riesgo no sólo la mesa de negociaciones, sino que da muy mala imagen del Puerto hacia el exterior y pone en riesgo la actividad portuaria que es fundamental para Valparaíso".