Francisco Solar se encuentra en prisión preventiva por envío y colocación de artefactos explosivos, uno de los cuales llegó hasta las oficinas de Quiñenco en 2019.
Era una bomba que contenía medio kilo de dinamita y el destinatario era Rodrigo Hinzpeter, exministro del Interior en el primer gobierno de Sebastián Piñera.
Fue en julio del 2019 cuando este artefacto explosivo estuvo cerca de explotar en las oficinas del consorcio Quiñenco, Las Condes. Sin embargo, antes alcanzó a ser pesquisado por el Gope de Carabineros tras la alerta.
La investigación dio como presuntos responsables a los anarquistas Mónica Caballero y Francisco Solar, quienes unos años antes (2010) habían sido los principales sospechosos por el caso Bombas I. En 2013, también fueron detenidos por colocar un artefacto en la Basílica Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza, España.
Actualmente, según consignó La Tercera, ambos se encuentran en prisión preventiva por envío y colocación de artefactos explosivos, homicidio frustrado y daños calificados.
Ahora, en base a lo revelado por el citado medio, Francisco Solar quebró su silencio y confesó que, por aquel entonces, efectivamente su objetivo fue el exministro piñerista.
La confesión
“Pensé en realizar una acción como respuesta, como venganza contra personas ligadas a la represión y al poder empresarial, ambas características las cumplía a cabalidad Rodrigo Hinzpeter, que en el año 2019 era gerente del grupo Quiñenco, cuyo presidente es Andronico Luksic”, reveló a los investigadores.
Y agregó: “Hinzpeter había sido Ministro del Interior del primer gobierno de Piñera, dejando una estela de represión que será difícil de dejar de recordar”.
En esos días del 2019, Solar investigó cómo ejecutar su objetivo, y se dio cuenta de lo complicada que era ingresar al edifico donde trabajaba el exministro. “Por lo que pensé que lo mejor sería enviar una encomienda explosiva dirigida a la oficina de Rodrigo Hinzpeter, para asegurarme que él fuera quien abriera el paquete”, explicó.
Además, advirtió que “los ataques indiscriminados nunca han sido parte de la práctica anarquista; nuestros objetivos son claramente definidos y apuntan a los responsables de la opresión y la represión”.
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