Andro Martinic: "Uno infla el pecho y dice que Ferro todavía existe"

El club de Estación Central logró ascender luego de una década en Tercera B y sus protagonistas no olvidan sus 102 años de historia. La hazaña se concretó con un plantel de 15 jugadores, y su arquero y capitán hasta jugó desgarrado.

La última vez que Ferroviarios jugó en Tercera A fue en 2008. Y para recordar su participación en Primera B, hay que retroceder a 1982. ¿Y el fútbol de honor? Bajo el nombre de Ferrobádminton compitió entre 1950 y 1964, y en 1966. Sí, demasiado castigo para un club con 102 años de historia.

Sin embargo, hace casi una semana, la "Locomotora" logró salir de Tercera B luego de una década al vencer por 4-3 en penales a Tomás Greig. Toda una hazaña considerando que el plantel estaba conformado por 15 jugadores, sin arquero suplente, sueldos (no se permite por su categoría amateur), ni libertad para entrenar.

Clave, entonces, fue el rol de Andro Martinic, candado y capitán de Ferro, quien defenderá su tesis de educación física y salud en enero. Claro que a diferencia de él, hay jugadores que, para parar la olla, trabajan en diferentes oficios, como reponedor en supermercado o vendedor de zapatos.

"Llegué a Ferro el 2017, con el profe (Claudio) Quintiliani. Ese año quería dejar el fútbol, estaba desencantado por problemas personales. El 2018 teníamos un trabajo hecho y nos propusimos desde el principio lograr el objetivo de ascender", contó Andro.

- Fue difícil el proceso...

Hay condiciones mínimas que necesitas para entrenar y a nosotros en la primera fecha nos entraron a robar a los camarines. Durante el torneo pasamos de entrenar de 4 a 3 días. A veces no habían balones ni tampoco un preparador físico. Fue complejo.

- ¿Y en tu caso, sin arquero suplente?

Éramos tres, pero los otros partieron. Jugué los 38 partidos, estuve con pubalgia, desgarro. Había que apechugar, me enseñaron que se rompe o se raja.

- Pero es delicado el tema...

Obviamente era ideal respetar los tiempos de recuperación, pero viendo el sacrificio de todos, había que aguantar. Fueron 4 ó 5 partidos con desgarro, pero al final miras para atrás y ves que valió la pena.

- ¿Y por qué jugar en Ferro?

La historia uno la conoce. Inflas el pecho y dices que el club todavía existe. Y portar la jineta de capitán me enorgullece. El objetivo era ascender, pero el grupo humano es lo que importa.

- ¿Seguirás en el club?

Lo veo muy difícil, no hay trabajo que pueda garantizar algo a largo plazo. Me han llamado de Tercera A y B, pero la prioridad es dar el salto al fútbol profesional. Podría sentarme a conversar con Ferro si están las condiciones para desarrollar un proyecto serio.

- Deben buscar un trabajo, además...

Yo egresé y trabajé como preparador de arqueras en Palestino femenino, pero claro, tengo compañeros en Uber, otro en el Metro, en empaques. Esta situación te puede desmotivar, pero en nuestro caso fue al revés. Y además, no cualquiera tiene más de cien años de historia.

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"Voy a morir con esta camiseta"

En estos tiempos, donde las preferencias futbolísticas se reparten entre la "U" y Colo Colo, pillar a un fanático de Ferroviarios es digno de admiración. Eso sí, acá no hay cantos sin polera en el tablón, sino respeto e incondicionalidad por el equipo fundado en 1916.

¿Su nombre? Silvestre Jofré, de 85 años. Y ojo, que incluso apareció en el documental "El Último Vagón", que narra en la voz de hinchas, ex jugadores y vecinos del Barrio San Eugenio la historia del club.

"Fui funcionario de ferrocarriles, ingresé a trabajar el 54 y me ofrecieron ser socio, en ese tiempo era Ferrobádminton. Creí que uno debía comprometerse y cooperar. El primer partido que vi fue el 4-4 con la Católica. Ese año (1955) la UC bajó a Segunda", contó Silvestre.

- Y a partir de ahí se mantuvo activo.

Yo mismo conquistaba socios, iba al estadio, llevaba en camioneta a mis compañeros. Me identifiqué con el club, luego me pidieron que los representara como delegado. Nunca desteñí por Ferro.

- Incluso en los peores momentos...

Sí, en Tercera partimos con Tricolor de Paine y casi me dio un ataque. Todo terrible, la cancha, los camarines. Pero la meta era que Ferro nunca muriera, nos conformábamos con seguir luchando.

- ¿Y qué sintió con el ascenso a Tercera A?

Tengo 85 años y voy a morir con la camiseta del Ferro. Este club tiene historia y aún lo sigue mucha gente.

- ¿Y será posible que siga escalando hacia una división más competitiva?

Es difícil, hay que decir la verdad. Somos pocos los socios, la cuota es baja y acá se necesita apoyo. Yo quisiera que se mantuviera por lo menos en estas divisiones, pretender más sería lindo, pero es complejo. En la empresa ya no hay 25 o 30 mil funcionarios. Si el club se mantiene es por los pocos que hay, los jugadores se quedan en el club por lo que fue Ferro.

- ¿Algún recuerdo especial?

Una vez jugamos contra Sergio Livingstone y un jugador nuestro le hizo un gol olímpico. Se habló poco, no le dieron mucho color.

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El llamado del presidente: "Necesitamos apoyo"

Sergio Muñoz llegó hace una década a Ferroviarios. "Partí como simpatizante, luego socio, directivo y al final presidente, desde 2016", explica. Y gracias al proyecto con el DT Claudio Quintiliani, reclutó importantes jugadores, pero "se nos fueron algunos, se acabó la plata, otros siguieron".

Sobre el plantel reducido, Muñoz reconoce que "los muchachos aguantaron condiciones desfavorables gracias a su gran corazón", y sobre el caso del capitán, explicó que "fue angustiante, es un Superman. Se lesionó, pero siguió jugando con una pierna".

El jefe contó también que en las próximas semanas habrá elección de directorio. "Todo depende de cómo me vaya, pero debo buscar la forma de generar recursos. Quiero evitar que se repitan lamentables situaciones en el equipo, aunque los jugadores nunca pusieron plata de su bolsillo".

Por eso, el llamado del presidente es claro: "Además de hablar con los jugadores, ojalá podamos conseguir convenios. Hasta ahora han ayudado el ex mandamás, algunos amigos. Para seguir creciendo hay que dar otro paso, esperamos que se una más gente. Necesitamos ayuda, que alguna marca nos auspicie. El sueño de todos es llegar al profesionalismo".

El verdadero gestor 

Además del arquero Martinic, fue clave en el ascenso el técnico Jorge Díaz, quien comenzó en Ferroviarios como ayudante técnico, el 2016. De forma extra tomó la gerencia deportiva el 2017 y trabajó codo a codo con Claudio Quintiliani en el gran objetivo de llegar a Tercera A.

"A principios de 2018 tratamos de fortalecer el equipo con el que veníamos trabajando y llegaron buenos jugadores, aunque el plantel era corto. A mitad de año Claudio renunció porque no le podían seguir pagando. Me quedé solo con los jugadores, Mauricio Osorio llegó a cooperar en la parte táctica, además de Víctor y Reinaldo Elgueta. Mejoramos en los últimos ocho partidos", contó.

El final, emotivo. "Tuvimos que exigirle más a los jugadores y nos tocó Concepción. Yo lo quería en mi interior, para vivir la experiencia, que el plantel se impregnara de eso, con gran público. Nos gritaban 'Ferroviarios'. Al final les hice sentir el amor propio en la definición con Tomás Greig. Por eso yo fui el verdadero gestor de la última parte, Quintiliani nos dejó botados y eso es lo que me duele. Eso no se hace", dijo Díaz.

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