Cinco divinas anécdotas de la visita del Papa a Chile

La jornada estuvo marcada por el perdón del Papa, la multitudianaria misa en la Parque O'Higgins, la visita a la cárcel y la reunión con obispos. Eso fue lo oficial.

Pero detrás de cada gran acto siempre hay divinos personajes. Desde los clásicos vendedores de banderines y rosarios a 2 mil pesos, hasta algunos efusivos fieles que no escatimaron en emociones al ver al Sumo Pontífice. Y algunos de ellos se convirtieron en virales.

Un inesperado recibimiento

Con un inesperado y sorpresivo recibimiento, el Papa Francisco ingresó al Parque O'Higgins. Allí un objeto volador lo golpeó suavemente en la cara, hecho que fue exhibido por la transmisión oficial y que incluso pasó piola frente a los ojos de sus guardaespaldas. El sombrero, aparentemente, fue lanzado por uno de sus fieles.

La efusiva reacción de Simón

Simón llego desde muy temprano a la misa que oficiaba el Sumo Pontífice en el Parque O'Higgins y el niño de Concepción fue entrevistado por TVN. Su reacción, efusiva y emocionada, a la hora de contestar la pregunta sorprendió por sus inesperadas declaraciones: "Me dan ganas de llorar porque el pobre Papa en unos años más estará muerto".

Besatón pacífica

Mientras el Obispo de Roma lideraba la masiva misa, un grupo de chilenos llego a la inmediación del Metro Rondizzoni para manifestarse con la "besatón por el Papa". El acto fue convocado por los por católicos que integran diferentes movimientos pro diversidad sexual.

El agua salvadora

Es pleno verano, 12.40 horas y la temperatura alcanza los 27°. Se realiza la misa del Sumo Pontífice en el Parque O'Higgins y hay un gran flujo de gente con calor y mucha sed. Y aquí se robó la película el agua embotellada. "Se ha vendido, aunque hay mucha competencia", señaló Senei, vendedora ambulante.

Invirtió plata de su marido en banderines

Nena Gutiérrez tiene 48 años, y esperó con ansias el encuentro del Santo Padre de la Iglesia católica, no solamente para presenciar su misa en el Parque O'Higgins, sino que para realizar un pequeño emprendimiento: ofrecer banderas con la imagen de Francisco a la salida del masivo encuentro.

La teoría de Nena es que por culpa de las protestas no hubo una mejor recepción de su producto en la gente: "Vine con el fin de que esto me recompensara. La gente no entiende el mensaje, esto era para que nos uniéramos todos con el beneficio de la paz, y también económicamente" expresó.

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