[Video] Hoyos es doglover de verdad: "Todos los días les rezo a mis cuatro perros"

La salida de Ángel Guillermo Hoyos de la banca de Bolivia fue como su apellido. Y claro, lo acusaron de traidor, de bipolar y de tener bloqueado en el "wazap" al presidente de la selección.

Sin embargo, él está tranqui con su accionar, sólo tiene "love" para entregar y ni su velocidad tipo Jarita a la hora de buscar refuerzos le complica. Todo a su tiempo.

Y con esa paz interior y cariño por el prójimo, que ya quisiera Claudio Bravo al enfrentar a la prensa, el che recibió al diario pop en el CDA luego de la presentación de la camiseta 2017, y ni siquiera le sacó el popotito a la jeringa al momento de referirse al interés azul por Sagal y Pinares, dos de las figuras de la Roja.

"Ángelo es un jugador interesante, todos lo queremos. Y César me gusta. Lo que pasa es que el jugador chileno es muy rico. Acá han tenido un desarrollo importante, lo que hizo la 'U' en la Sudamericana, la Selección... Una cosa es ganar y otra marcar un estilo. A mí me seduce la filosofía, la forma en que quedas en la historia", contó el Guille.

-¿Y cómo va a trabajar en el Bulla? Debe tener línea directa con papi...

-Si no hay trabajo en equipo es difícil crecer. Debemos estar unidos todos, los del campo, la prensa, dirigentes, empleados. Acá hay 200 empleados. Los saludo siempre, a algunos los abrazo porque ya los conozco, todos aportan un poco.

-La firme, ¿por qué no pescaba el celu?

-Soy respetuoso, la persona que lo dijo tendrá sus motivos, yo podría defenderme, pero para qué. El teléfono sólo lo tengo por una cuestión de comunicación, no uso redes sociales. Una vez me llegaron 600 mensajes, al asumir en Bolivia. Era prácticamente imposible contestar. No sé cuánto tiempo ocupé en eso.

-Tiene hasta parodia en Twitter...

-¿Ah, sí? No me molesta. Yo no tengo tiempo. A veces no te alcanza para disfrutar y eso tiene un costo familiar importante.

-¿Cómo se manifiesta en el día a día el ser creyente?

-Es una forma de vivir y de sentir. Hoy estoy tranquilo, en paz. Antes cometía demasiados errores, hacía cosas que no debía. Cuando conoces la parte espiritual logras un cambio en tu vida.

-¿Qué tipo de errores?

-Los seres humanos somos una máquina de errores. Cometí tantos que un día dije "bueno, por qué lohago" y ahí baja una luz y te dice "loco, ya más nada". Por ejemplo, tenía la costumbre de criticar y hace años que ya no lo hago.

-¿Sabe que acá tenemos una gruta de Lourdes?

-Sí, y que es muy parecida a la de Francia. Iré porque soy creyente y debo darle las gracias.

-¿Será una costumbre?

-Seguramente, pero nadie se va a enterar, jajajá.

-¿Cree en los rituales?

-¡Naaa! En la gruta está la fuente donde Bernardita vio a la Virgen y hay unos grifos. Echas agua en una botella y la llevas bendecida. Es la fe de cada uno. La llevaba a casa y en su momento yo, que amo a los perros, les daba de beber a los míos. Tenía cuatro boxer, pero fallecieron. Si te sigo hablando, lloro...

-¡Auch! Qué pasó...

-Los amo. Los tengo ahí en casa y ha sido muy duro para nosotros. No me quiero acordar porque me da pena. Ahora no tenemos mascotas, ha sido un golpe para la familia. Les rezo todos los días a Salomé, Nazaret, Gordon y Califa.

-¡Es que ellos, los peludos, son lo máximo, pueh!

-Tengo una anécdota... Se murió el Califa y quedó un vacío enorme en la casa, nos faltaba ese amigo, el que estaba con vos constantemente. Un día estaba trabajando y me llamó mi señora para decirme que habían dos boxer en la puerta. "Qué raro", pensé. Entraron, les dio agua y empezó a llamar a la perrera y a la policía, porque entendemos que cuando se pierde un perrito la familia sufre.

-¿Y? ¿Los buscaban?

-No apareció nunca nadie y ellos se quedaron. El mayor era igual que el Califa, que había muerto. Después de su pérdida fue tan grande el vacío que Dios nos mandó al Gordon.

Cachó que los pillines ya le buscaron un igualito

A la pintacha del Guille no hay nada que criticarle. Pelo corto, algunos reflejos y una ponchera digna a sus 53 años. Además, sus ojos son muy expresivos y tiene una labia que ya quisiera Arjona.

Eso sí, su pasado lo condena heavy, pues hace algunos calendarios cultivó una chasca rucia y larga. De hecho, esas fotos llevaron a algunos tuiteros a compararlo con el humorista "Hugo", de los "Locos del Humor".

-A ver, ¿quién es? ¡Nooo!

-Salió perdiendo, creo yo...

-¡Yo salí ganando!

-No poh, al revés...

-Bueno, ya sé cómo son las cosas acá, no hay problema, soy abierto en eso.

-¿Y por qué el look?

-Justo se dio. Me gustaba el pelo así y fui a Grecia. No imaginas la cantidad de gente que usaba el pelo largo, les encantaba. Ahí apareció ese estilo, pero ya llega un momento en que no puedes. Uno debe adecuarse a la situación.

"Si es agradable, bienvenida la lengua en El Hoyo"

Fue inevitable. Cuando Ángel Guillermo Hoyos confirmó el cambio de baticueva, altiro los hinchas empezaron a bromear con que la "U" iba a jugar como el Hoyos. ¡Es que quedaba botando la talla, pueh! Imagine cuando el Pico Mónaco pise territorio nacional. Y si es con la Pampita, mejor.

El punto es que el DT de la "U", cuya simpatía es inversamente proporcional a la de Víctor Hugo Castañeda, abordó -incluso- los comentarios por su ninguneado apellido, las que se han profundizado en la semanita y media que lleva de trabajo con el primer equipo.

"En otros lugares no me han dicho nada, pero lo entiendo, comprendo las bromas. Antes quizás era distinto, pero vas creciendo en el aspecto espiritual. A lo mejor me cuentas y yo me río. En realidad no me afecta", explicó el profe.

-Entonces prepárese...

-Jajajá... Al final pienso que es algo lindo dentro del folclore futbolístico.

-¿Sabía que hay un restaurante que se llama "El Hoyo" acá en Santiago?

-No me digás, nadie me contó. Bueno, a lo mejor algún día iremos. ¿Qué se come?

-Ehhh, es un lugar popular... Ofrecen pernil, prietas y hay algo más típico, pero no piense que lo estoy palanqueando...

-¡Nooo!

-La lengua. Mucha gente va a probar la lengua...

-¿Al Hoyo?

-No. Más bien es "en el"...

-¡En El Hoyo! ¿En serio? Me gusta la lengua al escabeche, no sé cómo será la del Hoyo. pero si es agradable, bienvenida sea.

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