Este mes se cumplirán 10 años del crimen que horrorizó al país.
A casi 10 años del crimen de la secta de Colliguay, grupo liderado por Antares de la Luz (Ramón Castillo) y que “sacrificó” a un bebé de dos días en 2012, se dan a conocer imágenes inéditas de la investigación policial.
Se trata de registros grabados a fines de 2013 y que captan la recreación del caso que remeció al país. Asimismo, se rescatan crudos testimonios de los testigos del horrendo hecho.
Cabe recordar que, impulsado por la profecía maya que anunciaba el fin del mundo, Castillo creó esta secta para buscar su salvación. Tuvo un hijo con una de sus seguidoras, al cual quemó en una hoguera sólo horas después de nacer.
Los videos, exhibidos en Mucho Gusto, muestran el relato de varios imputados. “Cuando por primera vez miré por encima de las llamas, vi que mezclado con las llamas reales, salían llamas negras que se transformaban como en una cabeza de dragón negro y salían hacia arriba”, contó uno de ellos.
Una segunda mujer, recordó que “escuché gritos. Antares estaba llorando, en el suelo tirando, en un ataque de histeria”.
En diálogo con el matinal de Mega, la historiadora María José Navasal explicó que “las personas que comienzan estos pequeños grupos -que siempre tienen que ser reducidos para mantener un dominio sobre ellos-, encuentran una carencia afectiva, hay algo en estas personas que puede ser manipulables”.
Además, señaló que los sujetos como Antares “manipulan las personalidades de quienes tienen ciertas carencias y, a la vez, son capaces de anular la voluntad”.
“Hay una manipulación tal dentro de la personalidad, dentro de la voluntad, que al final con la coerción, engatusando a estas personas, logran que hagan cosas que no debieran hacer y más si estamos con un alto consumo de drogas”, explicó.
En el reportaje también se repasó una de las reflexiones más impactantes de Antares de la Luz: “Yo soy Dios, el increado, el sempiterno y omnipotente. Soy el amor y todo lo que existe ha sido creado por mí. Yo soy el vehículo físico de Dios. Pueden hacer dos cosas: seguir con sus vidas y olvidarse de que existo o pagar el karma que tienen sus seres internos y ayudarme”.
Al respecto, Navasal precisó Castillo era “un pseudo profeta que busca elegidos. Tenemos gente de estrato social alto, que es lo que vemos acá, no les faltaba el dinero, tenían buenos colegios y profesión. Pero él tenía acceso al dinero de esas personas para poder mantenerse. Son como verdaderos parásitos que viven a costa del resto, pero los embaucan para hacer lo que ellos quieren que hagan”.
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