De acuerdo a la investigación, los registros fueron enviados a terceros “en tiempo que (el empresario) ya estaba privado de libertad”.
Durante la formalización de Pablo Solís Castro, segundo imputado por el secuestro con homicidio del empresario Pedro Carrión, el Ministerio Público reveló distintos mensajes de audio que confirmarían que la víctima fue secuestrada por los acusados.
Según detalló el fiscal (S) José Tomás Abarca, el pasado 3 de enero, José Luis Yáñez Soria (primer imputado y jefe de Solís Castro) llegó en un vehículo a la empresa de Carrión, ubicada en la comuna de Recoleta.
“Con la revisión de la cámara, se puede establecer que la víctima se retiró del lugar, dentro de ese vehículo, privada de libertad”, afirmó le persecutor.
“Al imputado, cuando se le tomó declaración como la persona que había tenido contacto ese día con la víctima, señaló que la víctima se había quedado en ese lugar, por lo tanto era contradictoria”, añadió.
Mensajes de voz
De paso, aclaró que se habla de un “secuestro con homicidio, entendiendo que hay una privación de libertad. ¿Por qué el Ministerio Público sostiene que hay una privación de libertad? Porque hay un par de mensaje de voz realizados con el teléfono de la víctima, con la supuesta voz de la víctima, en tiempo que ya estaba privado de libertad, pero en tiempo muy cercano al momento en que había sido privado de libertad”.
“¿Por qué nos causan extrañeza estos mensajes? La voz de la víctima es rara, lo asumen las personas que lo escuchan en ese momento (aparentemente familiares). Asumen que es un voz que no es normal en él. Confunde las palabras, como si no estuviera plenamente consciente, o como si estuviera bajo los efectos de una droga”, complementó.
Además, el fiscal precisó que “el contexto y el contenido de los mensajes de voz que manda son como que no hubiera saludado a esa persona ese día, siendo que había una conversación previa hace pocos minutos y que sí había conversado con ella. No tenía relación ni coherencia los mensajes que estaban enviando a esas personas por voz”.
“Por lo tanto, lo que sostiene el Ministerio Público es que fue privado de libertad, mientras realizaba y enviaba esos mensajes, pero que ya había sido agredido o estaba siendo intimidado, o estaba bajo sustancias como drogas. Esos antecedentes, para tener certeza de excluir la privación de libertad, tenemos que tener antecedentes de los mensajes, en cuanto a que sea la voz de la víctima y, eventualmente, que esos mensajes no hayan sido copiados de audios anteriores. Mientras no tengamos esa certeza, se mantiene la hipótesis de que hay una privación de libertad previa a la muerte”, sentenció.
Interacción desde celulares
Otro antecedentes relevante para la investigación ocurrió en el momento que los imputados forcejearon con Pedro Carrión al interior de su empresa.
De acuerdo al fiscal, los celulares del empresario cayeron al suelo “en el forcejo que existió y los recoge Pablo. Cuando sube al vehículo con Pedro, ya privado de libertad o en muy malas condiciones, se los pasa a José Luis”.
“José Luis, en el fondo, es el que interactúa con estos teléfonos y empieza a enviar mensajes por escritos. Él no menciona mensajes de voz, pero sí menciona mensajes por escrito que, de acuerdo a los antecedentes de la investigación, eran todos para encubrir la desaparición de la víctima, haciendo como si estuviera viva y dirigir la investigación a otro lado porque señalaba que, en ese momento, estaba teniendo problemas con otra persona”, reveló.