Cumpliendo con uno de sus deseos manifestados en vida, el cuerpo de Nicanor Parra fue velado durante la jornada de ayer en la Catedral Metropolitana de Santiago, donde miles de personas llegaron para brindarle el último adiós al querido antipoeta.
El féretro de Parra, que falleció a la edad de 103 años, fue cubierto por una manta de patchwork tejida a mano por su madre, acompañado de un papel con la clásica frase de uno de sus artefactos, "Voy Y Vuelvo".
Todo iba impecable hasta que se generó un pequeño foco de conflicto, ya que la familia de Parra solicitó poner música de fondo de Violeta Parra, a lo que la iglesia se negó.
Debido a esto, su hija Colombina se enfrascó en una discusión con los representantes del templo e incluso amenazó con sacar el cuerpo de dicho recinto.
"Nosotros pedimos reproducir la música de Violeta Parra, y no nos quieren dejar. Si no nos dan la autorización tendremos que retirarnos todos", señaló Colombina a todo el público presente a través de un micrófono.
Finalmente, luego de analizar la situación, se autorizó el uso de música ambiental, y la cantante incluso interpretó varias canciones de Violeta Parra, así como su nieto Cristóbal "Tololo" Ugarte, quien pudo recitar dos poemas.
Despedimos a "el último de los Parra, el último de la generación de los hermanos de la Violeta, el hermano mayor, el más potente", señaló Tita Parra, nieta de Violeta.
Recuerdos
Catalina Parra, hija mayor de don Nica, reconoció que la luz de su padre empezó a apagarse rápidamente durante los últimos días.
"Viajé de Nueva York el 14 de enero, unos días antes de que pasara esto, y fui a ver a mi papá a Las Cruces. Estaba bastante ido, mal, ya no reconocía a nadie, no me reconocía a mí ni a mi hija, su nieta", admitió.
Pese a lo triste del momento, reconoció que estaba feliz con el cariño recibido por la gente.
"Es precioso, realmente precioso. Esto se debe realmente a que mi hija empujó para que el velorio fuera en un lugar público, porque primero habían dicho que iba a ser privado (...) Le doy un gran valor a estos días de duelo, creo que se lo merece, y el pueblo se merece poder acercarse a él y verlo", indicó.
Catalina además contó la melancolía que sintió al volver a la casa donde falleció su padre. "Ayer íbamos subiendo por avenida Larraín, cerca del aeródromo, y me acordaba cuando tenía 7 años, cuando hacíamos carreras hasta el aeropuerto y él siempre me dejaba ganar. Fue un recuerdo instantáneo", señaló.
Otra que recordó momentos vividos junto al maestro fue Isabel Parra, sobrina e hija de Violeta Parra.
"Al tío Nicanor lo veía con frecuencia en Las Cruces. Yo tengo una casita ahí, quizás por buscar mayor cercanía con él. En el invierno lo fui a ver, tuvimos que hacer un operativo porque él era muy cuidadoso, y cuando logró establecer quien era yo, pasamos a su casa y conversamos. Él me preguntó: "¿Usted viene con frecuencia a Las Cruces?", porque él me trataba de usted, y yo le digo que vengo poco, sobre todo en el invierno porque es muy húmedo aquí, tío. En la misma charla no me dejaba ir, y me confesó: "voy a cumplir 103 años no se para qué, y vivo frente al mar ¿para qué?".
Su hija Colombina recordó con una anécdota la importancia que su padre para ella: "En mi disco 'Flores Como Gatos' todas las canciones son anécdotas que viví con mi papá, soy muy edípica en verdad, para mí, mi papá era primero que todo, casi siempre. Algunas veces me culpo por dejar de lado a mis hijos y a mis parejas por darle más importancia a él".