Nuevo Arzobispo asumió su desafío al frente de la Iglesia, y avisó que trabajará en reformas profundas debido a la crisis que vive el sacerdocio. Ezzati, en tanto, insistió en que "existieron críticas no fundadas" sobre su rol.
El ex Arzobispo de Santiago, cardenal emérito Ricardo Ezzati, entregó ayer en la Catedral capitalina el mando a Celestino Aós, quien lo reemplazó en su cargo, luego de que el Papa Francisco aceptara su renuncia.
En una ceremonia que convocó a 1.500 fieles, el nuevo líder de la Iglesia nacional acompañó a Ezzati en este duro momento, y afirmó durante la eucaristía que "los abusos en la Iglesia son intolerables. No bastan retoques de maquillaje. Necesitamos reformas y cambios profundos".
Ezzati, en tanto, en su adiós se encargó de defender su posición, dejando en claro que "existieron críticas no fundadas" a su rol.
Sobre lo mismo, el presidente Piñera expresó que "la persona que está a cargo de la Iglesia tiene un responsabilidad", y valoró la llegada de Aós, ya que "un recambio le hace bien a la institución".
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