El denominado "Violador de Ñuñoa" aprovechó una salida dominical desde Colina II, por "buena conducta", para saciar sus más bajos instintos en el Sector Oriente de Santiago.
Carlos Deformes Lerdo de Tejada (41) se había convertido en mocito dentro de Colina II, donde cumplía condena de 15 años por robo con violencia (ver página 4). Gracias a su buena disposición y participación en la escuela dentro del recinto penitenciario, le otorgaron el beneficio de la libertad dominical por "buena conducta".
Fue precisamente el domingo 11 de diciembre del año pasado, en su primera salida, que planificó y cometió la violación.
Tras divisar una pareja ingresando a un edificio en Ñuñoa, los siguió y cuando éstos entraban a su departamento, redujo al hombre, lo amarró y luego le dio una golpiza. Sin escrúpulos, a la mujer la golpeó y violó frente al marido. Cuando terminó, la arrastró hacia el ascensor y la llevó hasta un cajero automático y la obligó a sacar 200 mil pesos.
Deformes luego se escondió de la policía. Pero no tardaría en salir de cacería nuevamente.
El 15 de diciembre volvió a asaltar un departamento, esta vez en Las Condes, acá intimidó a otra mujer y le robó especies.
Una semana después, ingresó a la mala a otro apartamento en Providencia.
El 23 de diciembre cometió su último delito, cuando asaltó a un taxista al que le sustrajo el vehículo, convirtiéndose en el prófugo más buscado por la Justicia.
Un día antes de navidad caería en la población Santa Julia de Macul.