“Me empezó a hablar mucho, me revisaba los estados y me parecía raro porque él no es una persona cercana”, dijo Matías Carrión sobre el hombre que debía entregarle 30 millones a su padre.
Nuevos antecedentes se dan a conocer sobre el caso del empresario Pedro Carrión Rosas, quien fue visto por última vez el pasado lunes 3 de enero en la comuna de Recoleta.
Tal como señaló su hermana hace algunas semanas, el hombre se trasladó desde Algarrobo hasta las dependencias de su empresa (en la Región Metropolitana) para recibir un depósito en efectivo de 30 millones de pesos.
De acuerdo a su relato, su familiar desapareció una vez completada la transacción. Además, reveló que su auto fue hallado intacto en el estacionamiento del recinto. De hecho, también encontraron sus documentos personales.
Asimismo, reveló que las cámaras de seguridad de la empresa no grabaron lo ocurrido porque “justo se cortó la luz y justo en un día que recibiría plata en efectivo, que no pasa nunca, siempre por transferencia, por eso pensamos que se lo llevaron”.
Cabe destacar que, todos estos antecedentes, le hacen creer a la familia del empresario que se trataría de un secuestro.
“Él siempre avisa. Es padre de familia, tío, hermano. Es un hombre joven, lleno de vida, entonces no es justo que estén pasando estas cosas en Chile (...) El que lo tenga, que lo suelte. Estamos dispuestos a todo, pero por favor que lo suelten porque muerto no está”, afirmó su hermana en CHV.
De paso, aclaró que “los negocios son negocios y no sabemos si tenía algún tipo de rencilla. Lo único que puedo decir es que mi hermano es muy gentil, muy buena persona, muy bondadoso”.
Consultada sobre posibles “enemigos”, Pilar indicó que “enemigos no tiene porque era una persona muy querida, pero sí las cosas malas se le pueden pasar a cualquiera por la mente. Podemos estar con un amigo y nos puede estar traicionando o formando un plan. La plata tienta”.
Sospechas
Matías Carrión, hijo de Pedro, conversó con Monserrat Álvarez en Contigo en la mañana y reveló que su padre portaba una inmensa cantidad de dinero el día de su extravío. Además dio detalles del “extraño” comportamiento de la última persona que lo vio. Un empresario que debía entregarle los 30 millones.
“Yo pasé el Año Nuevo con mi padre en Algarrobo. El día lunes vemos cuando sale en la mañana y debía regresar en la tarde, entonces a nosotros nos pareció raro cuando no llegó”, recordó el joven.
Además, aclaró que “mi padre no es una persona de problemas ni agresiva, por eso nos parece tan raro todo esto”.
Respecto al dinero que recibiría aquel día, Matías explicó que “mi padre tenía que tener 107 millones ese día para cubrir un cheque de un camión completo con carne. No eran 30 millones. Esa era una parte de lo que tenían que pagarle, porque él (otro empresario) tenía una deuda anterior con él”.
“Ese día en que a mi padre le hicieron lo que le hicieron, él llevaba mínimo 80 millones. No son 30 millones, eso yo quería aclarar, porque este muchacho le debía esa cantidad”, complementó.
Sobre el sujeto, el joven confirmó “toda la familia conversó con él. Dijo ‘no, yo le pasé la plata, él estaba muy apurado y yo me fui altiro’. Así dijo. Pero después aclaró que habían tomado un té, que estaban esperándolo, que mi padre llegó, que estuvieron harto rato y después se fue. Dijo dos cosas distintas”.
Asimismo, reconoció que “no sabemos si le pasó el dinero porque no hay depósito”.
Cuestionan mensajes
En el matinal de CHV, Matías también apuntó a las extrañas conversaciones de este hombre a través de mensajería. Las charlas se dieron el mismo día de la desaparición.
“Con mi tía nos pusimos a revisar los teléfonos y a ella le hablaba sobre mi padre, que estaba su auto adentro botado. Yo le tuve que avisar a él que estaba la luz cortada, para que no se le echara a perder la carne. Lo llamo y me dice ‘ya, voy a ver’. Yo le dije como a las 11 de la mañana y él llegó a las 6 de la tarde. Me manda una foto y dice que arreglaron el problema de la luz”, recordó.
A modo de aclaración, el hijo de Pedro Carrión indicó que “yo no hablaba mucho con él, puras cosas de negocio, pero desde el Año Nuevo me empezó a hablar mucho. Me revisaba los estados y me parecía raro porque él no es una persona cercana. Lo que nos parece raro es que a mí me hablaba sobre la carne y a ella le hablaba sobre el auto de Pedro le preguntó si las cámaras grababan, puras cosas incoherentes”.