El anuncio de que en el próximo gobierno trabarán la "puerta giratoria" hizo temblar de miedo a los mismísimos "4 Fantásticos", rateros acusados de manejar un imperio del delito en Santiago.
El grupito, preocupado por la situación política y delictual de nuestro país de cara al Bicentenario, decidió apurar todos sus golpes para evitar la eventual "mano dura" de Sebastián Piñera.
El tiritón de pera lo hicieron sentir en una conversa interceptada por la PDI, mientras investigaban a la banda por una serie de robos a camiones.
En las escuchas telefónicas aparece clarita una conversa entre Marco Kafhold, cabecilla de la banda, y su esposa, Raquel Escalona, justo la tarde del 17 de enero, cuando ganó "Tatán".
- Salió el huevón de Piñera. Nos va a cagar (sic) -dijo el canero.
- Va a poner más años que la chucha ese huevón- retrucó su esposa.
- Va a hacer cárceles en la isla. Voy a ser el primer huevón allá. P' allá voy a ir a dar.
"Él teme que asuma el señor Piñera y que se endurezcan las penas, se construyan cárceles en islas y los obliguen a trabajar. En los días posteriores al triunfo comenzaron a preparar una gran cantidad de delitos", señaló el fiscal antirrobos Occidente, Sergio Soto.
Pero la justicia no tiene colores políticos. El grupo cayó en los últimos días de La Jefa, gracias a la operación "Dinastía Kaufhold", llevada a cabo por la Fiscalía y la Brigada de Robos Occidente.
Los allanamientos terminaron con la captura de 10 ciudadanos inscritos para votar, que mantenían redes de contactos para asaltar camiones y venderlos con mercadería y todo.
Junto con los "Kaufhold" que organizaban sus movidas desde la cárcel, también cayeron sus hermanas Eva y Jenny, además de las cuñadas Raquel Escalona y Úrsula González. Las cuatro evas, según la Fiscalía Occidente, eran las encargadas de recibir los datos vía celu y de armar la estrategia de choreo.
La investigación señala que tras reclutar a los muñecos, interceptaban camiones de despacho, amarraban a los choferes y se pelaban todo. En total, tuvieron éxito en cuatro atracos por un monto cercano a los 300 guatones, pero se sospecha que pudieron realizar muchos más.
"Ellos sabían la ruta del camión y si tenían GPS. Los datos se manejaban desde el penal", sostuvo Víctor Carriel.
"Podían pagar hasta un millón de pesos por la información del robo, más algunas especies. La banda tiene mucho prestigio en el hampa y manejan bastantes datos", señaló el fiscal Soto.
Según la fiscalía, los cumas no le hacían asco a nada. Robaban desde diluyentes hasta electrodomésticos.
En los allanamientos trabajaron 110 detectives, 30 vehículos y cuatro unidades de apoyo. La investigacón se extendió por casi seis meses, pero valió la pena: Los 10 detenidos quedaron en prisión preventiva.
TENÍAN VENDIDA LA MERCA ANTES DE CHOREARLA
Aunque temían a Piñera, los hermanos Kaufhold Tapia no tienen de qué alegrarse con los cuatro períodos de la Concertación.
Marco Alejandro, José Luis, Johny Ángel y el compadre Danilo Leyton Palma, denominados como "Los 4 Fantásticos", cumplen condena por dos robos con intimidación de la justicia antigua. Deben pasar 10 años en cana, y eso que todavía no comienzan a pagar los atracos hechos durante el nuevo sistema procesal penal.
Su modus operandi era complejo y variado. Robaban de todo, cambiaban celulares y hablaban en clave. Pese a la dificultad de la investigación, ya estaban cercados.
"Los camiones eran robabos en un horario determinado y a las pocas horas estaban vendidos completos. No trabajaban al menudeo ni con reducidores. Se vendía toda la mercadería junta", señaló el fiscal Occidente Sergio Soto (en la foto).
"Ellos tenía una esfera de clientes determinada. Si robaban carne, tenían dueños de carnicerías a quienes vender", remachó.
Fuentes policiales explicaron que hace unos meses la banda realizó una mexicana a un dealer de La Pintana. Pelaron más de 40 kilos de merca, pero en los allanamientos no se encontró nada del "embarque". La dinastía trabajaba como verdaderos profesionales.
La red de los Kaufhold era tan amplia que la Fiscalía investiga quiénes los ayudaban para librar de la ley.