Argentinos ahora se manejan con los chilenismos, ¿cachái?

Germán Díaz es uno de los miles de argentinos que viajan constantemente entre Chile y Argentina. El Dj y productor de eventos trasandino reveló que con tantas idas y vueltas ya se familiarizó con nuestras costumbres y chilenismos.

Según datos del Sernatur, el boom de turistas transandinos que vienen a disfrutar sus vacas al país va en alza. En el último balance del 2017 se comprobó un aumento de un 14,6% en comparación con el año anterior.

Las patentes argentinas se pueden ver en La Serena, Viña del Mar, Reñaca, Villarica y Pucón, entre otras ciudades del país.

El cordobés Mario García señaló que una de las costumbres que están incorporando es la "once" o desayuno.

"Es infaltable el desayuno de pan con palta. A mí la palta me gusta mucho, o la hamburguesa con palta también es rica. Se pegan algunas costumbres porque acá nos tratan muy bien", relató.

El estudiante argentino Yail García señaló que hay una de las "mejores costumbres que se me ha pegado es el pan chileno, lo encuentro mucho más rico que el nuestro. Me gusta mucho el desayuno con pan 'criollo' (marraqueta o hallulla) que para nosotros sería el de hamburguesa".

Germán Díaz aseguró que "efectivamente ya no es raro oír hablar de once por la merienda". Agregó que "en mi caso me he hecho fanático de la cazuela de vacuno, tal cual se prepara en esta tierra, es un amor. Lo otro que de alguna forma he cambiado es mi gusto por los pescados, porque los de los chilenos son fabulosos".

Modismo

Además de la gastronomía nacional, son varios los que cruzan la cordillera en busca de productos tecnológicos. Pero en el último tiempo no es lo único que se llevan a sus hogares. Chilenismos como chorearse o achuncharse ahora también son utilizados por los trasandinos.

Según un artículo publicado por El Clarín, los argentinos sumaron nuevas palabras a su vocabulario.

"Tengo una cuñada que es chilena, entonces algunas palabritas se nos contagian, como el cachái, cosas así", dijo Débora Bellavita, turista argentina.

Como explican en el diario che, hay una variedad de palabra que para ambos países son diferentes. En el texto los argentinos aseguran que incluso ya ocupan "taco" para hablar del tráfico.

"Además, las chauchas son las monedas de poco valor para ustedes y para los argentinos son los porotos verdes", escribieron.

"Cuando vienen a este país muchos ya sacan el vos de las frases y en algunos sectores, como el sur, se acomodan y hablan de usted por tú", concluyó Germán.

Lo que se les pegó a los argentinos:

Mall. "Vamos al shopping" es para los argentinos ir a los centros comerciales. Los más populares son el Costanera Center o Marina Mall de Viña del Mar.

Once. Los argentinos meriendan y cenan: el primero es un sánguche o algún tentempié para aguantar hasta la cena, que es a las las 21 horas. Y ahora están tomando la "once" chilena.

Manjar. ¿A cuánto el manjar? Eso dicen los argentinos veraniegos de la Quinta Región. En su tierra natal es conocido como dulce de leche.

Marraqueta. El pan dulce es normal verlo en la mesa de los argentinos a la hora de la merienda. Esto ha ido adaptándose con nuestra rica hallulla o marraqueta con palta.

Cristina Tocco: "El 'huevón' se oye mucho en Buenos Aires"

Cristina Tocco es una fiel representante de las estrellas del otro lado de la cordillera que llegaron al país en la década de los 80 para iniciar una carrera en el mundo del espectáculo nacional.

Primero lo hizo como vedette y, posteriormente, incursionó en la actuación sin pensar que esta larga y angosta tripa de tierra terminaría por convertirse en su nuevo hogar, al punto de llegar a nacionalizarse.

Muchos la describen, al igual que en los mejores versos del poeta Arjona, como "la amalgama perfecta entre experiencia y juventud", pues sus años de circo le dieron la sabiduría necesaria para entender el por qué muchos de sus compatriotas, pese a resistirse, cambiaron el fernet por el melón con vino, las historias de Mafalda por las aventuras de Papelucho, al típico gaucho por el desafortunado Guatón Loyola o el boludo por el huevón.

"Hoy el chileno habla mucho mejor, está más internacionalizado y los actores hablan con más claridad. De hecho, ahora se oye mucho el huevón en Buenos Aires, con V, y me llama la atención, ya que esto era muy común con los mendocinos, lo que se da por la cercanía", aseguró.

En la misma línea señaló que la razón por la que esto se da en la actualidad y no hace décadas se debe a que "el chileno viaja todo el tiempo a Argentina y viceversa. Eso ayuda y a la interrelación turística, pero es muy difícil que al argentino se le pegue la tonada chilena, pues al otro lado de Los Andes hablan muy golpeado, pero acá con las mandíbulas flojas y entonación hacia arriba, por ejemplo, 'cómo estái, me entendís'", argumentó.

Experiencia

A la actriz, quien trabaja por estos días en el montaje de su próxima obra de teatro "Yo Soy Así", los hombres de este y el otro lado de Los Andes no le pueden vender cuentos respecto a temas de conquista, pues se los sabe por libros, y menos en la naturalización de ciertas costumbres, pues ella las vivió en carne propia.

"Cuando llegué a Chile no entendía nada, el argentino habla a los gritos casi y tuve que agudizar mucho el oído para entender porque hablaban muy bajito y cerrado. Pero si hubo algo que se me pegó rápido fue el 'ya poh', porque sintetiza y cierra el concepto. Además, de algún garabato que empieza con 'cu', para utilizar en la privacidad de mi hogar", recordó.

Además, sostuvo que "hay modismos que se pueden pegar, lo que es muy difícil es la fonética. Además, es muy entretenido tomar modismos extranjeros siempre y cuando la otra persona los entienda".

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