Una jornada que no olvidará fue la que vivió Gabriel Castellón, el promisorio portero de Santiago Wanderers que consiguió su primer título como profesional y con el pitazo final dejó fluir todas su emociones.
Al igual que todos los jugadores de Wanderers, el golero se puso a festejar como loco, pero ahí fue cuando agarró papa y no tuvo mejor idea de pedirle matrimonio a su mujer, Carla Montoya.
Es que tras una relación de cuatro años (se conocen hace siete primaveras) y con el pequeño Ezequías iluminando sus vidas, el largo arquero quiso dar el siguiente paso y pidió matrimonio, cosa que dejó feliz a Carla, quien no dudó a la hora de dar el sí.
"La verdad no me lo esperaba, habíamos conversado, pero no me lo esperaba en este momento. Es una celebración tan importante como fue ganar la Copa Chile", soltó la novia a La Cuarta.
- El festejo fue con todo...
- Tenemos un niñito y ahora campeones y con matrimonio. Solo queda agrandar la familia.
- ¿Tendrá que ensayar mucho para bailar en el matrimonio?
- Con una o dos copitas se tendrá que soltar para bailar el vals de los novios. Así le sale la personalidad.
LA PETICIÓN
Por otro lado, el meta campeón tenía sonrisa de oreja. Claro, ya le habían dicho que sí a su propuesta.
"Es algo que me había propuesto, que faltaba un empujón y con el logro de este título con Wanderers tenía que dar el paso, ya que Dios me guía", nos contó emocionado Castellón.
- ¿Se enteraron todos?
- Mi mamá, mi hermano y mi primo estaban en el momento. Los demás ya se enterarán, igual espero que no sean muchos invitados que saldrá caro ja, ja, ja.
- Su señora dice que no anda bien con el baile...
- Por lo que sé los jugadores se casan en diciembre, así que me queda un año para aprender a mover las patas.
- ¿Jornada soñada entonces?
- Muy contento, porque entramos en la historia de Wanderers y espero que todo esto sirva para jugar las tres finales que nos quedan en el campeonato.