Artesano hace cachos de cristal con más paciencia que la chicha

La situación económica de su familia no le permitió a Juan Antonio Pincheira continuar estudiando y a los 13 años, siguiendo el camino que antes habían tomados sus hermanos mayores, comenzó a trabajar como soplador de vidrio en Cristalería Yungay.

El inicio del aprendiz fue difícil y se quemó caleta de veces las manos por tomar los fierros calientes por el otro lado, pero no le tomó mucho tiempo manejar el oficio, porque el hombre que ahora tiene 66 años considera que a los 16 ya se había convertido en un maestro.

La prestigiosa empresa (cuyas creaciones ahora se venden súper caras) cerró en 1981 y Pincheira desde entonces se gana los porotos en Cristal Art.

La pena del artesano es que su oficio está muriendo debido a la automatización de la fabricación de artículos de cristal y a la importación de éstos a bajos precios y gran cantidad desde China.

"Debemos quedar unos 15 vidrieros en Chile y eso es triste, porque el oficio morirá con nosotros. A los cabros no les entusiasma seguir la tradición, pero así es la vida nomás", explicó.

Su producto estrella es el cacho de chicha de cristal (blanco o rosado), que demora en soplar 15 minutos luego de derretir el material en un horno a mil 200 grados, que según confesó el maestro, lo llega a cocer durante el verano y lo obliga a tomar más agua que un guanaco.

Después, el producto listo en su obra gruesa se lo entrega a un artesano para que diseñe los detalles que lo hacen único en el mundo. "Además, como son hechos a mano, a pulso, no hay ninguno igual a otro", contó el hombre que vende los más grandes que hacen un litro y medio de vino a 60 lucas, y los más chicos a 20 mil piticlines.

Famosas personalidades de todos los ámbitos le han comprado cachos de cristal para regalar a sus amigos en el extranjero, como Iván Zamorano, el Profesor Rossa, los Huasos Quincheros y la Grandiosa Bertita.

Incluso, el año 2006 los huasos del club Gil Letelier se lucieron en la parada militar al regalarle un cacho de Pincheira a la entonces Presidenta Bachelet.

La confección de los delicados objetos no sólo se restringe a época de Fiestas Patrias, sino que los fabrica durante todo el año porque se los piden para rodeos y mucha gente los lleva de regalo a los chilenos de las colonias de Suecia, Australia y Canadá. ¡Salud!

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