"El aeropuerto nos quedó chico", fue el lapidario diagnóstico del caporal del MOP, Laurence Golborne, antes de anunciar la enchulada que le pegarán al Arturo Merino Benítez (AMB) y que lo dejará listito pa' la foto el 2017.
Según chachareó el ministro antes de tirar la papita, el aeropuerto de Pudahuel "fue diseñado para 10 millones de pasajeros al año y en el 2008 ya iban en los 9 millones". Por eso, quedó clarito que al Arturo le hace falta una manito de gato para enfrentar el gran flujo de cristianos que van y vienen en viajes nacionales e internacionales.
Pero como Roma no se hizo en un día, el MOP diseñó dos estrategias -una a mediano y otra a largo plazo- para que en seis años más el AMB se abanique con 24 millones de pasajeros al año.
Entre las medidas que se vienen a partir de mediados del próximo año, y que son para mejorar el servicio que presta el aeropuerto, está el aumento de la capacidad en control de pasaportes, control de seguridad, retiro de equipaje, control SAG-Aduanas, hall de llegadas, salas de embarque y un mejoramiento integral del sistema de manejo de equipaje, las que deberían estar finalizadas el 2015.
Por otro lado, la segunda patita de las medidas empezarían a partir de ese año y deberían estarían listocas el 2017.
Estos cambios contemplarían un nuevo edificio terminal de pasajeros, edificios de estacionamientos, obras en el área de pistas de aviones, entre otros requerimientos determinados por el MOP.
Como estas inversiones cuestan cerca de 500 palos verdes, el MOP le encargará la tarea a una concesionaria.