Un nuevo caso del asalto de moda terminó con un tranquilo sábado, en La Granja. Eso sí esta vez los vigilantes dejaron con cuello al delincuente que no resultó ser muy vivaceta.
Cerca de las 11:00 horas en un supermercado Unimarc ubicado en el paradero 21 de la avenida Santa Rosa, los guardias de un camión Brinks cargaban un cajero automático, cuando un sujeto agarró una bolsa con aproximadamente 56 millones de pesos y arrancó.
Los vigilantes salieron a la cola al instante. Uno de los guardias hizo un disparo al aire que dejó frío al cumeja y lo mandó de hoci a una posa de agua. La mala suerte lo acompañaba y además de quedar hecho sopa, perdió su millonario botín.
Los funcionarios recuperaron los palos robados y el ladrón, desesperado, se ocultó en una casa del sector y tomó de rehén a un niños.
Sin embargo, el refugio le duró menos que los pesares en la mano y Carabineros se lo llevó derechito a la capacha.