Un vuelco total ha tenido el caso de una mujer que falleció durante el 2015. En un inicio, todo apuntaba que se trataba de un suicidio por sobredosis de medicamentos. Pero el telón de la verdad ha sido levantado al fin: era su esposo el asesino.

El hombre, médico de profesión -y cuya identidad sigue protegida-, fue detenido por la Policía de Investigaciones tras ser deportado desde Australia. Se le acusa de haber asesinado a su esposa por medio una inyección letal.

Principal sospechoso

El caso ha sido esclarecido a más de dos años de investigación. Según precisó el subcomisario de la Brigada de Homicidios, Felipe Valdés, habían empezado a sospechar que había algo raro en la muerte de la mujer a medida que avanzaban en la investigación.

Por ejemplo, se demostró que los productos encontrados junto a su cadáver no estaban en el organismo de la fallecida y que el elemento que la mató fue colocada a través de una inyección.

Había huído

Las pesquisas apuntaron como principal sospechoso al cónyugue de la víctima. Este, curiosamente, había salido del país junto a su hija y su amante a solo un mes del fallecimiento de su esposa.

La PDI dio alerta a la Interpol y se interpuso una orden de captura desde la justicia nacional para dar con el acusado. El hombre será formalizado este miércoles bajo el delito de homicidio.