Queridos ciberñoños. Muchos lo pasamos mal en el transporte público. No por nada el Transantiago ha sido bautizado como Transguata, Transchantete, Transtortuga y muchos más. Porque aparte de lentos, sucios, impuntuales, son inseguros.
Pero como siempre nos gusta dejar alguna enseñanza o tratar de aprender algo, les contaremos de una bacán experiencia que aplicaron cuatro países escandinavos pa’ llevar a sus pasajeros seguritos a sus casas.
Fíjese que la empresa Nabina equipó 2 mil buses que circulan en Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca con más de 7 mil cámaras de video vigilancia cuyas imágenes se transmiten en vivo a una central. Y ante cualquier incidente, las imágenes se comparten con la policía de manera inmediata pa’ que actúe al toque contra los flaites.
Este monitoreo instantáneo le lleva resolución HDTV y permite cacharle hasta las espinillas a los amigos de lo ajeno o a los vehículos que circulan alrededor del bus. De esa manera se puede identificar de forma inmediata a las personas, no como hasta ahora, en que había que extraer las imágenes, procesarlas y tener resultados, lo que podía demorar mucho tiempo.
Nabina chantó las cámaras AXIS M31 y AXIS P39, que funcionan en condiciones de vibraciones, sacudidas e impactos. Algunas tienen alarmas que se activan en caso de que alguien las bloquee o las dañe, por ejemplo, con pintura.
Hasta ahora en nuestro barrio solo se ha hecho una experiencia piloto con nuestros hermanos pé, donde les sapearon la receta del pisco sour y el ceviche.
“Las grandes ciudades del mundo requieren que cada vez más personas utilicen los medios de transporte público. Por esto, es primordial generar entornos más seguros mediante soluciones de vigilancia flexibles, que puedan responder frente al gran flujo de vehículos que transitan diariamente con una solución real y sustentable”, explica Alessandra Faria, directora de Axis Communications.
Ojalá que en este tipo de soluciones llegue ligerito a nuestro Transcachito.
