En los últimos ocho años era habitual que cuando algún medio de comunicación necesitaba la opinión de un experto en economía llamaran al Rafa Garay, y el pelao tenía una gran disposición para atender a los periodistas.
Dos hechos dieron una alerta sobre la verdadera personalidad del ingeniero comercial. En diciembre del 2007 fue noticia un choque en el que participaron tres vehículos en Providencia.
Uno de los conductores era Garay, quien resultó ileso, pero su hoja de vida no, porque el califa que andaba con unas minas del Passapoga marcó 2,3 grados en la alcoholemia.
Bohemio
El 2011 el incidente que vivió fue mucho menos grave, pero igual de significativo: el Rafa protagonizó un enlace televisivo con el matinal de TVN a las 7.30 horas y, por su forma de hablar, dio la impresión de que estaba completamente arriba de la pelota.
El pelao, luego de ser tema de chistes en las redes sociales, se defendió; dijo que se había tomado un remedio que le durmió la lengua.
Esas señales que denotaban una vida licenciosa contrastaban con la seriedad del "economista" que manejaba autos lujosos y vestía trajes a la medida.
También su desenfreno no tenía nada que ver con el compadre que practicaba una mezcla de judo y boxeo llamada kudo, que supuestamente difundía la mística de las artes marciales del lejano oriente.
Enfermo
Luego, en junio, vino el anuncio de su supuesto cáncer, después se lo declaró como una personas extraviada, para al final convertirse en el prófugo más famoso de Chile por las supuestas estafas que habría cometido.
El diario pop también colaboró en reconstruir cómo era la vida nocturna de Garay y descubrimos que por lo bajo gastaba un millón de pesos a la semana en el night club Passapoga, y eso que no era el único cabaret que frecuentaba.
Con las minas de la noche era posesivo y, según nos contaron, chupaba más que orilla de playa.
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días fuera de Chile llevaba hasta ayer el ingeniero comercial del la Universidad de Desarrollo. El pelado cayó cuando se gastaba los morlacos en un centro comerial de Rumania.