Los conductores profesionales que quieran pelar forros a lo Fittipaldi con taxis, buses, camiones o transporte escolar, deberán pasar una prueba obligatoria, independiente de las clases de chofereo que les haya enseñado la escuela o el taita en un camino de tierra.
Tras los 60 días que se demoró en poner en marcha el asunto, este 19 de junio encenderá los motores el nuevo examen teórico para conductores, que tiene como finalidad final proteger la vida de las personas.
La buena nueva la dio a conocer ayer el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Pedro Pablo Errázuriz, junto a la secre ejecutiva del Conaset, Francisca Yáñez.
"La idea de armar una prueba extra, es proteger la vida de las personas y así reducir la cifra de fallecidos en accidentes", indicó el ministro Errázuriz.
Lo que busca este nuevo y peludo examen es que todos los conductores manejen mejor que Schumacher y no queden pillos frente al volante.
Tanto para el jefazo del Ministerio de Transportes, como para la heroína del Conaset, el examen que comenzará a correr el próximo miércoles "ubica a nuestro país en un nivel similar al de países europeos como España y Francia, tanto en la exigencia como en la cantidad de contenidos que se consultan", suspiró.
LAS NOVEDADADES
Los nuevos conductores tendrá que responder 20 preguntas. De ellas, al menos 17 deben estar correctas para aprobar el examen. Sin embargo, el cuento no será tan papita, pues los futuros 'Eliseos' dispondrán sólo de 35 minutos y el banco de preguntas será de 600.