Atenta, tu ángel de la guarda te busca

Yolanda Sultana entrega pistas de cómo saber cuándo un ser alado y protector quiere hacer contacto.

Para muchos los ángeles de la guarda, esos seres alados y mensajeros de lo divino, no existen. "¿Pero acaso cuando has estado a punto de sufrir mucho o de irte de este mundo en forma trágica y llega esa mano salvadora, no es señal de que sí existen?", se pregunta Yolanda Sultana.

Y no sólo en esos momentos terribles existe el contacto con ellos: "Hay señales que ellos envían para contactarte". Y, a su juicio, hay intentos de comunicación.

• Iluminación: resplandores extraños de su aura, halo o aureola.

• Sonidos misteriosos: los ángeles pueden intentar comunicarse o guiarnos a un lugar que pueda estar ligado al mensaje. A veces son canciones, que pueden o no venir del mundo real, que suena y resuenan.

• Cambios en la temperatura: de calor a frío o viceversa, que a veces causan escalofríos. Es la energía de los ángeles para comunicarse.

• Plumas: no es común, pero pasa que aparecen plumas delicadas, como pompas de jabón.

• Aromas: fragancias muy frescas, que no provienen de algún lado explicable, sobre todo en habitaciones cerradas.

• Presuntas casualidades: los ángeles se encargan de las causalidades y casualidades; ambas se confunden en nuestra vida, pero son capaces de mover algunos hilos para que nos demos cuenta del mensaje que quieren darnos o bien nos ayudan a acercarnos a quien nos auxiliará.

• En sueños: una de las manifestaciones más comunes de la comunicación con nuestro ángel de la guarda. Pueden hablarnos y darnos información de personas conocidas, vivas o fallecidas o sobre algo que es necesario que sepamos.

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