La peor de las derrotas sufrió ayer un lanza del puerto de Valparaíso. Tras chorearle su moderno celular a una ricura porteña, Marcelo Salinas Rosas (21) salió arrancando con el mejor de sus piques, a toda velocidad.

Pero el manilarga, que se juraba tan rápido como el grone Usain Bolt, no contaba con la astucia de que una dupla de agraciadas detectives de la PDI le seguía los pasos desde el vehículo institucional.

Obviamente, cuando cacharon el choreo salieron disparadas detrás del delincuente, que corría como loco entre la gente que deambulaba por avenida Pedro Montt, cerquita del Congreso.

Pero las chiquillas tenían su cartita bajo la manga, el lanza jamás se imaginó que era perseguido por las policías atletas. La detective Fanny Bravo corre los 1500 metros plano defendiendo la institución policial y su colega Carolina Iturra es semifondista de péndex y también corre por los colores de su PDI querido.

"Cuando lo detuvimos, él se puso muy serio y nos dijo: tuve que parar, porque ustedes son muy rápidas y ya no podía más", dijo la detective Bravo.

"Lo único malo fue que la gente lo defendía y no nos dejaban alcanzarlo, como que nos pegaban o cerraban el paso, era como tener obstáculos, pero lo detuvimos igual", agregó Iturra.