Dicen que nunca es tarde pa' perdonar a quienes te han hecho una zancadilla, y el caso de Xabier Azkargorta con Nelson Acosta, dos pesos pesados que marcaron una época como detés en la ruta a Francia 98 con la Selección, no son la excepción.
Si bien el "Bigotón" está alejado de la prensa y las luces desde que dejó la banca del Sport Boys de Bolivia, en abril de este año, hizo una excepción al saber que Don Nelson tuvo que retirarse del fútbol profesional producto del mal de Azlheimer, que está en etapa inicial.
"Es una pena lo que le sucede a Acosta. Sé como es la enfermedad, pero ojalá se pueda recuperar de alguna forma. Ese es mi deseo", desembuchó escuetamente el vasco a La Cuarta y así firmó un acuerdo de paz con el dolape, con quien se fue "relevando" sin querer queriendo en la banca de Chile y Bolivia desde los años noventa hasta el 2014. Y no siempre de la mejor forma, eh.
Hay que recordar que Azkargorta, también doctor en Cirugía de la Universidad de Barcelona y políglota, confesó hace un par de años que él siempre supo y se dio cuenta que Nelson Bonifacio Acosta estuvo detrás de su salida de la Roja en junio de 1996, luego que Chile empatara 1 a 1 con Venezuela en el inicio de la ruta mundialera.
De hecho, en el diario As sopló que "él trabajó para sacarme".
En buena con Acosta
Es más, cuando el vasco anunció que se fue de PLR por parte de la dirigencia de la ANFP, encabezada por Ricardo Abumohor, tiró esta mítica frase:
"Una vez muerto el perro, se acabará la rabia". Además, dijo que daba lo mismo que deté lo reemplazara porque "venga quien venga, va a clasificar", dignificando así su pega de dos años como estratega del combinado chileno.
De ahí su sangre en el ojo, que igual con el tiempo se fue disipando, sobre todo con la llegada de Acosta a la banca de la selección de Bolivia el 2003, donde sólo sumó un triunfo en diez meses, con un 4 a 0 a Colombia y se fue de sobre azul.
Como Azkargorta actualmente no está muy bien de ánimo y se declara "agobiado" por un familiar que sufrió un accidente, "el Bigotón" evitó seguir metiendo más leña al fuego o profundizar en un tema de la rivalidad con Nelson Acosta, pero dejó claro que "siente mucho" lo que le ocurrió a nuestro pelaíto.
Lo cortés no quita lo valiente.