La presidenta Michelle Bachelet, junto a la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, le puso la mosca a la ley que establece nuevas condiciones laborales para las trabajadoras de casas particulares.
Entre las modificaciones al texto, se indica que la jornada laboral de quienes no vivan en la casa del empleador, no podrá exceder las 45 horas semanales. Además, deberán ser distribuidas en hasta un máximo de seis días y sin considerar el horario del manye.
Asimismo, las partes podrán acordar por escrito un máximo de hasta 15 horas extras a la semana. Éstas no serán acumulables con otras semanas y deberán ser pagadas con un recargo no menor al 50% del valor por hora.
"Estamos reconociendo legalmente que ser trabajadora de casa particular tiene el mismo estatus que cualquier otro oficio o profesión. En Chile no pueden haber más trabajadores de primera y segunda categoría", explicó Bachelet.
Felices
Por su parte, la ministra Blanco expresó que "hasta hace unos años atrás tenían un salario mínimo diferenciado, no tenían el descanso festivo y no tenían fuero. Hoy lo que estamos haciendo es tener una jornada laboral igual que el resto de los trabajadores".
En la oportunidad, algunas trabajadoras no pudieron evitar la sonrisa de oreja a oreja por la nueva ley. "Estoy contenta con el avance que hemos tenido. Ahora tenemos el gran desafío de implementar esta ley y otros desafíos que vienen", descaseteó Ruth Olate, presidenta del Sindicato de Trabajadoras de Casas Particulares.
Los trabajadores también tendrán derecho a descansar los días domingo. En el caso de los sábados, éstos podrán acumularse, fraccionarse o intercambiarse por otros días de la semana.
Sin embargo, si dichos días se acumularan, el empleador deberá otorgarlos dentro del mes calendario respectivo y no podrán ser compensados con dinero.
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