El costo de las calillas saldrán más baratas y es una buena oportunidad para invertir en el proyecto de sus sueños.
De sólo oír que el Banco Central bajó la tasa de interés, a uno le entra el alma al cuerpo, porque de inmediato surge la esperanza que, por algún lado, como sea, van a cobrar menos.
Es que los chilenos le debemos a cada santo una vela y, lo que es peor, un poco más de 4,5 millones no puede pagar sus calillas, según el Informe de Deuda Morosa correspondiente al primer trimestre del 2019.
¿Qué significa? Lo primero que hay que dejar claro es que "esta baja de las tasas interés no afecta de inmediato al ciudadano de a pie, pero sí en el corto y mediano plazo", reveló a La Cuarta Diego Soffia, director ejecutivo de Efectivo, experto en educación financiera, temas financieros y tributarios.
La decisión del Banco Central se traduce en que a las entidades financieras les disminuyen los costos de los créditos que entregan y esta caída más tarde se traspasa a sus clientes. Rayita para la suma, disminuyen los costo finales de los créditos para inversiones, para comprar una casa, un auto, viajar o remodelar: la idea es reactivar la actividad económica.
La baja (la más ruda desde el 2009) no sólo significa que serán más baratos los créditos de consumo, también baja el costo del uso de las líneas de crédito y un poco más tarde los intereses por mora (que son aquellos aplicados a quienes no pueden pagar sus deudas).
Y aunque en los hipotecarios hay otros factores que influyen y sus tasas ya están en las mínimas históricas, igual es posible que bajen un poco más de acá a fin de año.
En esa línea, Patricio Gana, de AK Contadores, sugirió "tomar tasas fijas, hay que aprovechar esta instancia. La tentación de tomar tasas variables es alta, pero se recomienda si tengo un horizonte de venta corto; es decir, si voy a vender la propiedad dentro de un 5-7 años".
Consejos de los expertos
Créditos de consumo
Estos serán más baratos por lo que conviene solicitarlos, sobre todo si están pensando en un emprendimiento. Eso sí, cotice y déjese querer. Es el momento. Ojo con los costos asociados.
¿Refinanciar?
Conviene refinanciar créditos de consumo de largo plazo y si aún le queda tiempo por pagar. Revise costos de salida, seguros e impuestos. Luego sume el total de las cuotas, más las que pagó y evalúe.
Créditos hipotecarios
Las tasas de estos créditos están en la mínima histórica y es poco probable que bajen mucho más, pero igual tendrán una caída.
Se recomienda preferir una tasa fija y un plazo de 25 a 30 años.
La gracia es cotizar en todas las entidades financiera porque la competencia se reactivará de acá a fin de año.
¿Renegociar?
Es un momento ahora y en los meses siguientes (las tasas están bajas). Ojo, eso sí, no le conviene antes de 5 años de pagado el crédito, a menos que su tasa sea draconiana.
Puede optar a bajar los años o el monto del crédito.
Ojo con los seguros y ponga especial atención al dividendo final. Súmelos, agregue lo pagado y los gastos operacionales y tome una decisión.