Pese a que su estructura está especialmente diseñada para resistir las más altas temperaturas que puede generar el amor, un motel de la comuna de La Granja sucumbió ante un fogoso imprevisto y se incendió en la madrugada de ayer.
Entre las llamas reales y las que despiertan la pasión, el más afectado fue Roberto A. D. (41), quien según la información policial se encontraba junto a su pareja al interior de una cabaña cuando la chispa entre ellos agarró papa y se salió de control.
"Los hechos ocurrieron mientras se efectuaba un patrullaje. Los funcionarios son alertados por la central telefónica de un incendio que estaba ocurriendo en Avenida Américo Vespucio 0320, aproximadamente a las 04.30 horas, en un motel, el Motel Okoa", detalló a La Cuarta la capitán Andrea Vargas, de la 13ª Comisaría de La Granja.
Pese a que los uniformados jamás habían oído hablar de aquel misterioso lugar, llegaron inmediatamente porque tienen un muy buen sentido de la orientación.
El panorama era dantesco: humo, lenguas de fuego y trastes desnudos corriendo despavoridos de un lado para otro, siempre ocultando el rostro por si algún sapo se iba de tarro.
Sumado al mal rato, la incómoda interrupción y el miedo, el pobre Roberto sufrió quemaduras de la cintura para abajo.
Además de sus piernas, el fuego dañó su máximo orgullo... su auto, que estaba estacionado junto a la cabaña siniestrada.
"Una persona de sexo masculino, adulto, es afectado por quemaduras de carácter reservado, siendo evacuada la gente del lugar y prestando los primeros auxilios a quien fuese necesario", detalló la capitán Vargas, orgullosa por la rápida respuesta de su personal pese a que no conocían el recinto.
Tras el doloroso incidente, el quemado Roberto fue trasladado hasta el Hospital Padre Hurtado y luego derivado al Sótero del Río.
De acuerdo al informe preliminar de Bomberos, el incendio que se hizo chupete tres cabañas habría comenzado por el recalentamiento de un calefont.
