Ni el obligado adelanto de la ansiada noche de bodas logró consolar a los novios que tuvieron que apretar nalga de su propia fiesta de matrimonio por culpa de la séptima balacera que se vive en Valparaíso, en los últimos 20 días.
Tras una ráfaga de tunazos que interrumpió el bailongo justo cuando sonaba el "Galeón Español", la pareja y los invitados a la recepción, que tenía lugar en la calle Salvador Donoso del puerto principal, chantó los trencitos y calabaza, calabaza...
Pero el cuento no quedó ahí, porque para más remate los pistoleros porteños dejaron como colador un vehículo Mazda 2 de los recién casados que estaba estacionado frente al salón de la fiesta. "El auto me lo dio mi suegro como regalo de bodas", indicó la novia que no se quiso identificar.
El capitán de Labocar de la ciudad puerto, Cristián Becerra, indicó que el hecho ocurrió pasada la medianoche, muy cerca de la Municipalidad, cuando dos personas que caminaban por el lugar fueron repentinamente interceptados por un vehículo, desde el cual se comenzó a abrir fuego.
"Ellos se escondieron detrás de un auto estacionado que recibió los ocho impactos balísticos", señaló el capi que aclaró que no hubo ningún lesionado.
VIOLENCIA
Los pistoleros desconocidos se dieron a la fuga, generando un operativo de búsqueda de carabineros en el que participan la Sección de Búsqueda de Personas (SEP) y la Sección de Encargo y Búsqueda de Vehículos, sin que hasta ahora haya dado resultados positivos.
Este hecho se suma a una serie de actos de violencia que se han registrado en la región en menos de un mes y que han dejado tres fallecidos.
El lunes 15 de mayo la poli detuvo a Giankarlo Zamora Pozo, sospechoso de participar en el tiroteo del 4 de mayo en las cercanías del Congreso donde murió Daniel Garrido Donato (18).
Por este motivo, y ante la creciente preocupación de la barra, el Gobierno solicitó a Carabineros que intensifique los controles de identidad y vehiculares en el puerto.