Luego de varios meses sapeando su complejo accionar en la Región Metropolitana y de Valparaíso, la Policía de Investigaciones (PDI) le echó el guante a una banda de narcotraficantes, compuesta por a lo menos 10 personas.
Al momento de la detención, el lote -vinculado familiarmente y liderado por un matrimonio- contaba con ocho malulos chilenos y dos proveedores bolivianos. Eso sí, aclaró la policía, la droga provenía desde distintos puntos.
Además, se les pilló 24 kilos de cocaína base líquida, 9 kilogramos de cocaína base dosificada, dinero en efectivo, cuatro vehículos, entre otros lujos que se detalló en la investigación.
BANDA DE LAVADO
Para hacer pasar piola el millonario ingreso que tenían con el tráfico de cocaína, los patos malos crearon distintas empresas de fachada, que iban desde arriendo de kayaks, pasando por eventos infantiles, hasta locales comerciales.
La banda, que llamó la atención de la policía tras el lujoso matrimonio de los líderes del piño, y que constó con dos helicópteros y una limusina, está en juicio por narcotráfico, asociación ilícita y lavado de dinero.