El hoy famoso Bruno Sandoval (27) vivió el terremoto del 27 de febrero en el Salto del Laja, donde estaba haciendo trámites. Tras el remezón, el artesano viajó hasta su casa, en Talca, donde pudo verificar que sus hijos estaban sanos y salvos.
Luego, como flecha, Sandoval se consiguió un vehículo y partió rumbo a Pelluhue, donde veraneaba y trabajaba en una feria artesanal. En la localidad estaban su madre y algunos amigos.
Como quedó con lo puesto, luego de encontrar a los suyos en el balneario de la Región del Maule, Sandoval fue a darse una vuelta hasta la destruida sede de la Agrupación de Adultos Mayores de Pelluhue, donde arrendaba una pieza a los tatas para quedarse mientras laburaba.
Cuando revisaba los escombros junto al cuartel de Bomberos, donde se ubicaba el club de abuelitos, Bruno encontró una revolcada bandera chilena entre los palos y el barro.
Al levantar el emblema patrio para mirarlo, el fotógrafo Roberto Candia le pegó un chiflido, Sandoval levantó la vista y el profesional inmortalizó la imagen que representó el momento que vivía el país: Destruido, embarrado, pa'l gato... pero de pie.
A un año del cataclismo, La Cuarta contactó al "Hombre de la bandera", quien se convirtió en el rostro de las campañas para levantar el país. Incluso sacó un pituto para protagonizar la propaganda de reconstrucción del Gobierno, que se transmitirá por radio y televisión.
La figura andaba media fondeada y nos hizo varios amagues para que no lo pilláramos, hasta que por una coincidencia estrictamente profesional lo ubicamos en una schopería de Pelluhue, donde este verano nuevamente tiene un puesto en la feria artesanal de la Plaza de Armas.
- Bruno, queríamos saber cómo le va a un año del terremoto.
- Amigo, no le puedo contar. Ahora cobro por las entrevistas.
- ¿Y por qué? ¿Alguna mala cara?
- Muchas empresas han lucrado un montón con mi imagen, y yo no gano nada con dar una entrevista. Estoy cesante y tengo que pensar en mi futuro.
- Pero sólo queremos copuchar en qué anda, cómo le ha cambiado la vida después del desastre.
- En serio, no le voy a decir nada. Los medios buscan historias y hay solo un Bruno Sandoval, así que si quieren conversar conmigo hay que pagar. Los diarios y los canales de televisión ganan millones, así que me parece justo que yo reciba algo.
- Si le digo a mi jefe que usted no me pescó me va a pintar los medios monos.
- Yo sé que es su trabajo, pero también me tengo que preocupar de mí. Tengo deudas, hijos y estoy sin trabajo. Con dar una entrevista no gano nada.
- ¿Y anda a patadas con las chauchas?
- Por el momento no, pero no sé por cuánto tiempo. Trabajé en la minería, en el norte, y ahí te contratan por faena y eso ya se acabó. No sé cuando tendré otro trabajo estable.
- Pero después de esa foto se ha hecho famoso, ha viajado por el mundo.
- Mmmm...
- ¿Hay alguna promesa que no le hayan cumplido?
- Pedro Carcuro, por ejemplo, me dijo que me iba a llevar al Mundial, pero no pasó nada.
- ¿De cuánto estamos hablando por desembuchar, figura?
- 50 mil pesos por la entrevista.
- Con una sesión de fotos, ¿cierto?
- No. Eso ya tiene otro precio.
- ¿Cuánto?
- 180 mil pesos.
- ¡Qué! Lo consultaré con mi jefe.
"ME OFRECIERON COMO 100 MILLONES, PERO NO LA VENDÍ"
"Esta bandera la tengo yo, pero es de todo Chile", afirma de entradita el pintor Daniel Marín (48) al recibir al diario pop en su casa de la Villa Las Mercedes, en Cauquenes.
El trabajador es conocido como "El Hombre de la Bandera 2", luego de reclamar que el símbolo patrio de la foto famosa era de él, y posteriormente recuperar el emblema.
- En Pelluhue mucha gente dice que usted es un chanta y que su bandera es mula. ¿Es cierto?
- Yo sé que hay gente que dice muchas cosas, pero esto está comprobado. A mi bandera le hicieron análisis con computador, y es la misma de la foto. La pongo a disposición de quien tenga dudas.
Motivado porque se cumple un año del cataclismo, Marín ahora quiere llevar a un grupo de niños víctimas del tsunami de Pelluhue y Constitución a conocer Santiago y visitar La Moneda, donde pretende entregarle la "Bandera del Terremoto" al Presidente Sebastián Piñera.
"Después que este símbolo se hizo conocido, un empresario holandés me ofreció como 100 millones de pesos por la bandera, pero no la vendí. Yo no transo con el sentimiento de los chilenos", verseó el patriota.