Si el 98 estuvieron en Francia, el 2010 en Sudáfrica, el 2014 en Brasil y el año pasado en Estados Unidos, esta vez en Rusia los cabros de la Marea Roja no podían fallar. Y ayer llegaron en masa hasta el frontis del hotel Crown Plaza de Moscú pa' darle el último aliento a la Roja. Todo de cara al debut de hoy por la Copa Confederaciones.
Y el tradicional banderazo de los hinchas nacionales estuvo lejos de pasar piola. El pulcro orden de los rusos se fue a las pailas cuando el "Chapulín" y sus cachorros comenzaron a desenfundar sus primeros ceacheí.
Un piquete de los siempre brígidos pacos moscovitas, miraron con calma. Incluso cuando se escucharon los primeros petardos que interrumpieron la tranquila tarde de sábado en la capital de la ex Unión Soviética.
BANDERAZO CON FUEGOS ARTIFICIALES
"Acá los fuegos artificiales son legales. Así que uno que otro pasó piolita", comentó uno de cerca de 200 barristas que le pusieron color a la previa de la Copa Confedaraciones.
"La idea es que los cabros le pongan bueno. Y nosotros aperrando como siempre, por lo mismo mañana comenzaremos con la venta de empanadas pa' conseguir algunas lucas. Ya compramos hasta las cebollas", dijo el "Negro Malo". Mientras por el otro lado del banderazo, Claudio Parra abrazaba a su polola Paige, rubia conquistada en el mismísimo Liverpool.
"Hace 10 años me vine a Europa y gracias a Dios formé mi familia. Estoy feliz acá, más ahora con la Roja", lanzó el cabro con la mansa sonrisa. Era que no.