Quienes ayer al mediodía fueron a visitar a sus deudos en el Cementerio Parque del Sendero de Maipú, se toparon con una sorpresa que los dejó con la tarasca abierta.
El Coro Polifónico de la Iglesia Metodista Pentecostal de esa comuna, deleitó a los visitantes con un repertorio de lo más granado, que incluyó canciones de estilo gospel (música religiosa grone) que incitaban a gritar "¡Aleluya, hermano!" y otras más inclinadas a lo popular, como "Ciclo sin Fin" de la peli "El Rey León" y "Volare" de Andrea Bocelli.
El coro, compuesto por más de 125 voces, lo engalanan grandes y chicos cuyas edades fluctúan entre los 13 años hasta pasaditos los 60. El grupo es dirigido por el arquitecto Juan Eliseo Gajardo, quien está a la cabeza hace 11 años y podría decirse que fue uno de sus fundadores.
VOLUNTARIOS
Sin embargo, en el Parque sólo se presentaron la mitad de sus integrantes, aunque eso en ningún momento mermó su calidad musical.
"Algunos tuvieron problemas para venir, pero nosotros no le hacemos atado por su ausencia. Somos comprensivos con la vida de las personas porque todo esto es voluntario, lo hacemos por agradecer a Dios y de esta forma, le entregamos lo mejor que tenemos, nuestra voz" verseó Gajardo.
Uno de los momentos más disfrutados por los asistentes fue cuando se interpretó la canción de la película Disney, ya que grandes y pequeños la tararearon sin esfuerzo.
Carolina Montero, de 18 primaveras, dejó con tercianas a los asistentes por su tremenda voz y energía al cantar. Desde 2005 que la chiquilla le aplica a los solfeos y los cantos de alabanza al Pulento.
"Me gusta esta forma de honrar a Jesús y disfruto de todos los cantos que se le dedican a Él", dijo la joven cantante.
La lola de voz melodiosa acaba de dar la PSU y medita la posibilidad de perfeccionar sus estudios vocales en alguna carrera artística.
"No pensé que la gente iba a prender tanto con el coro", remachó.
UN RITMO AFRO DEL SUR GRINGO
La música gospel surgió durante el siglo XVIII en las iglesias afroamericanas del sur de Estados Unidos y alcanzó su peak de popularidad en la década de 1930.
Su nombre proviene de la deformación de la frase "God Spell" que en castellano significa "Llamada de Dios" y se denomina así porque son cantos destinados a atraer a "las ovejas perdidas al rebaño", por eso son rítmicas y alegres.
Un buen ejemplo de este tipo de música aparece en la cinta "Cambio de Hábito" con la comediante Whoopi Goldberg.
Isabel Arrieta M.