"¡Cuándo se irá a terminar esta inmundicia! Este caballero hizo cosas buenas en La Florida, ojalá haga lo mismo acá", estriló Hilda Lagos, por la gran cantidad de basura acumulada frente a su palacete del Barrio Yungay, pleno centro capitalino.
La abueli se mostró confiada en que el nuevo sheriff de Santiago, Pablo Zalaquett, solucionará el tete de los desperdicios que se acumulan en las calles de la comuna cada vez que los funcionarios municipales se van a paro.
Ésta no fue la excepción: Las movilizaciones en demanda del pago de una supuesta calilla que data de 2007 comenzaron el miércoles 3 de diciembre, situación que provocó la acumulación de toneladas de mugre en la mayoría de las arterias.
Si bien el edil contrató camiones particulares para paliar en algo la delicada situación sanitaria, éstos no dieron abasto y ayer era posible observar algunas calles del sector poniente de la comuna, como Sotomayor, Andes y Mapocho, atestadas de bolsas fétidas.
Santiago es la única muni que no externalizó el servicio de retiro de basura y mantiene un modelo de gestión que data del año de la pera.
Por lo mismo, se baraja la posibilidad de concesionar el servicio.
Zalaquett se reunió ayer con los titanes, quienes aseguraron que hay un superávit de tres mil millones de pesos que podría usarse para abonar la deuda.