El Hospital de Talca nuevamente se encuentra en el ojo del huracán. Esta vez, una supuesta negligencia cometida en el centro asistencial habría acabado con la vida de un pequeño niño de tan sólo cuatro días.
Según relató la madre del bebé, Lola Guerrero, llegó al recinto asistencial el día viernes por la noche, en pleno trabajo de parto. Es decir, con la membrana rota y botando líquido amniótico.
El problema sucedió cuando el doctor encargado derivó a Lola a la sala de preparto a la espera de las contracciones. Pero, ante el desconocimiento del profesional médico, la mujer ya las había tenido.
Según relata la madre, una vez nacido el bebé, el sábado por la madrugada, el personal médico sólo tendió a tomar al niño e internarlo en la Unidad de Cuidados Intensivos de neonatología, sin aclararles lo sucedido ni permitiendo visitas al menor.
Ante este hecho, el padre del bebé fue a denunciar la negligencia el mismo día sábado. Denuncia que ya se encuentra en su curso legal en la Fiscalía.
¿Cómo llegó a la UCI el bebé?
Lo que habría sucedido, fue que con la demora en la extracción del bebé del vientre de su madre, el pequeño habría tragado meconio. ¿Y qué es esta sustancia? Es el nombre del primer excremento que expulsan los recién nacidos.
Luego de cuatro días en la UCI del mismo centro asistencial, el pequeñito falleció en la madrugada del día miércoles. Su cuerpo aún no es entregado a la familia, a la espera de la realización de las pericias y la autopsia correspondiente.
Por su parte, el Director del Hospital Regional de Talca, Alfredo Donoso, al ser consultado por si una cesárea habría evitado el hecho, se limitó a contestar que "depende de cuál sea la causa de su muerte, pero la asfixia venía de antes. Hay que analizarlo con mucha seriedad y de acuerdo a los informes científicos que nos dé el Servicio Médico Legal y la autopsia".