Los deportistas constantes suelen comenzar con la actividad física desde muy pequeños. Sin embargo, existen algunas excepciones. Tal es el caso de Tami Montero (25), destacada personar trainer e instructora de pole dance.
Su adolescencia estuvo marcada por el sedentarismo, por lo que su madre la motivó a entrar a pole dance. Ahí comenzó todo.
"Yo no hacía nada de deportes, no sabía ni siquiera lo que era una sentadilla. Fui a la primera clase y me enamoré. Quedé pegada", señala.
Ahora, ofrece clases dos veces a la semana en @polerinapolesport en Manuel Montt y en @studioafrodita.pole en Maipú. Para Tami, la disciplina tiene ciertas dificultades a considerar. "Hay que tener mucha tolerancia a la frustración. Uno tiene que aguantar mucho el dolor y practicar, porque la fricción te quema las manos. Existe un poco de masoquismo en este deporte", indica.
Pero todo lo que cuesta trae cosas buenas. No todo es dolor y esfuerza. El pole dance también ofrece muchos beneficios, ideal para estar en forma y mantener un peso corporal óptimo. "Mejora la resistencia, la fuerza, flexibilidad, coordinación. Te ayuda a tonificar y uno tiene más conciencia de su cuerpo. Lo más importante también es que se mejora la autoestima, porque superarse cada día te hace sentir más plena", cierra.