El Servicio Militar tiene una serie de beneficios laborales, educativos y personales que podrás disfrutar y utilizar solo si eliges participar de este momento único en la vida.
Al ingresar al Servicio Militar no solo estás prestándole un servicio al país. También puedes acceder a interesantes beneficios.
Por una parte está lo que todos conocemos que nos entregará esta experiencia. Aprender defensa personal, el uso seguro y correcto de armas y especializaciones como supervivencia.
En el plano social, durante el Servicio Militar los jóvenes pueden colaborar en diversas actividades. Así son un apoyo clave durante desastres naturales o colaboran en fundaciones como Teletón, Techo, entre otras.
Todo lo anterior permite postular a las distintas escuelas matrices o a la tropa profesional y seguir una carrera militar en la institución que desean permanecer.
Yendo a lo más específico, los jóvenes reciben una asignación mensual para gastos personales. El monto aumentará dependiendo la zona donde haga el Servicio Militar.
También existe, desde 2004, un beneficio para la obtención de la casa propia. Esto se traduce en una bonificación de 20 puntos para postular al Subsidio Habitacional, en el tramo de clase media.
Para los que no están interesados en seguir la vida militar, asoman los beneficios educacionales. Está la posibilidad de nivelar estudios y rendir la PSU. Además, existen beneficios laborales, como capacitación en diversos oficios mediante un convenio con el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE).
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