Sabe reinventarse: Gabriele Benni ahora la rompe con particular jugada

Si hay un personaje dentro de Farandulandia que se ha ganado el cariño de todos los chilenos por su sencillez y honestidad, es Gabriele Benni. El italiano goza de una inesperada popularidad en el país gracias a su incontinencia verbal y sentido del humor.

Su nombre está siempre presente en estudios de TV, carpas de circo y en el buscador de YouTube, donde a muchos les gusta ver sus deslenguadas apariciones públicas. Pero también figura en otra área: en compra y venta de chatarra y metales, donde tiene más de 25 años de experiencia.

Por eso, no resultó extraña su aparición al frente de la empresa "Aquí Fierro" cuando Metro inició una búsqueda de compradores para los cinco vagones que en mayo de 2016 quedaron para la historia, tras un accidente mientras eran cargados en el puerto de Valparaíso.

"Como siempre publico en los diarios que compro chatarra y hago desarme industrial y minero, ellos me contactaron para ver si me interesaba. Fui a verlos. Cada persona que iba tenía que hacer una propuesta y ellos la analizaban. Hice la mía y la aceptaron", dijo respecto a cómo fue la negociación que duró un año y medio.

Uno de los aspectos que gustó de la propuesta de Benni a la gente de Metro fue que él quería el convoy para "charquearlo", como él dice, y reducirlo a su mínima expresión. Por esa razón, el italiano hizo el esfuerzo y estrujó su cuenta RUT para llevarse los carros a su parcela ubicada entre Buin y Linderos.

Cuánto le salió la gracia, es todo un misterio, porque de dinero no habla el italiano. Eso sí, confesó que el precio de importación del carro completo estaba en los US$7,5 millones.

Todos quieren. Benni tiene clarito que los trenes tiran pinta ya que apenas los llevó a su terreno, la gente que transita por la Ruta 5 Sur se ha acercado a verlos por mera curiosidad o para oficializar una oferta.

"Han venido más de 100 hueones a preguntar por ellos y hacerme ofertas. Hay gente que los quiere para hacer carritos de completos, una pieza de motel, cabañas y hasta para una casa de remolienda. Incluso vino una persona del sur que me pagaba harto y me decía 'allá nadie lo iba a ver'", confesó.

Ofertones

Y como Benni es bueno para el leseo, pero de palabras, tomó todos los ofertones y los fundió de la misma manera en que lo hacen con las partes de los trenes, pues debe cumplir con su contrato de no venderlos enteros a terceras personas para fines comerciales. Y así será.

"El casco no lo voy a vender. Por más plata que me ofrezcan, no lo haré. Tal vez podría vender algún sensor, alguna parte de una cámara, que son cosas chicas e internas, pero no más que eso. Por ahora seguiremos cortándolos con equipos plasma y de oxicorte para venderlos a las fundidoras".

Mientras que las otras partes que no puede fundir para hacer nuevos fierros, como partes del piso, puertas, vidrios y los marcos de las ventanas están en el aire. "Todavía no sé qué hacer con ellos, ya que como chatarra no valen mucho y están en excelente estado", enchufó.

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