A tres días del Superclásico, los azules escogieron un método carnívoro para culiniar la historia. Apenas terminó el entrenamiento matinal, se juntaron alrededor de una parrilla y juraron que acabarán los 11 años sin ganar en la Ruca, todo ante al cuchillo carnicero de Bernardo Borgeat.
Sí. El mismo que tuvo en las brasas a la Domi en "40 ó 20", hoy se gana la vida haciendo asados y atendiendo pedidos de provincia a más de alguna golosa.
Fue así como ayer llegó hasta el CDA con 26 kilates de carne de vacuno, pollito sin velador, choripanes y prietas, que tuvo que preparar pa’ los 38 comensales, entre jugadores, dirigentes y Don Sampa junto a su círculo de hierro.
“Armamos un asado especial para que ganen a Colo Colo, con 700 gramos de un corte llamado asado pro, que preparamos al palo, y también algo de tapabarriga. Los chicos lo agradecieron y se notó que hay unión de grupo en ellos. No dejaron de hablar del clásico”, soltó Berni, el parrillero, que le arma la comilona a domicilio en la productora “Asado Pro”.
Aunque no todo en laboratorio azul fue atorarse con los distintos cortes. Además de la carne, el chef sacó un termo y yerba, de la buena, y compartió su mate con los bullangueros.
Ahí los que pusieron los ojitos blancos fueron los argentinos, que le sacaron brillo a la bombilla. En especial “Gokú” Rivarola, que se hizo chupete la yerba. “A Diego (Rivarola) lo conocía de antes, es un gran tipo e ídolo. Aunque sólo probó la carne, pero arrasó con el mate, jejé”, desembuchó Borgeat.