Christopher Hidalgo, Luis Núñez y los dos comuneros mapuches condenado por la muerte del matrimonio Luchsinger Mackay son parte de un puzzle que la policía espera resolver.
El neonazi Christopher Hidalgo, el ex futbolista Luis Núñez, José Tralcal Coche y Luis Tralcal Quidel tienen un denominador común: forman parte del Registro Nacional de Prófugos. A cargo del Registro Civil, éste clasifica a todos quienes cuenten con órdenes de detención dictadas por los tribunales penales.
Hoy, existen 38 mil fugitivos. Se trata de una cifra que no es estática, ya que cuando el trabajo de Carabineros y la PDI rinde frutos, los números bajan, pero hay veces en que los tribunales de justicia dictan la sentencia y los imputados desaparecen, tal como ocurrió el pasado 4 de septiembre con Christopher Hidalgo, quien es calificado por Carabineros como prófugo más peligroso y difícil de ubicar.
Peligrosos
La detención de "El Bestia" nunca ha sido fácil. Tras el homicidio del punk Isaac Araya , en 2014, el neonazi -perteneciente a la "Legión 38"-, se fugó y vivió al margen de la justicia por nueve meses antes de ser detenido. Esperó el proceso judicial bajo libertad vigilada. Fue a todas las audiencias, menos la última.
De ahí en adelante se le busca y Carabineros lo califica como el más difícil, ya que "no reconoce a la sociedad como su par, siente desprecio por ella. No usa tarjetas, todo lo paga en efectivo y su uso de redes sociales es mínimo. Sale del rango de ciudadano normal".
La red de apoyo con la que cuenta es grande, tanto como la de los comuneros mapuche José Tralcal Coche y Luis Tralcal Quidel, a quienes se les perdió la pista tras ser liberados en el primer juicio que los declaró inocentes del incendio en el que murió el matrimonio Luchsinger Mackay, en la Granja Lumahue, Vilcún.
El prontuario de Luis Núñez, también lo convierte en peligroso. El ex futbolista ha dribleado a la PDI en más de una oportunidad. La última fue el 30 de noviembre, cuando efectivos de la Brigada de Homicidios llegaron a detenerlo a un condominio en Santiago. Sin embargo, "Lucho Pato" nunca estuvo ahí.
"Se busca"
La Policía de Investigaciones y Carabineros trabajan los casos de forma paralela. Desde la PDI, "cada sección tiene su equipo de personas prófugas que tiene en su área y desde ahí hacen un análisis", explica el comisario jefe de la Briup, Manuel Fuentes.
La policía agrupa los casos en la "Sección Búsqueda de Prófugos", que trabaja en cuatro delitos base: violaciones, homicidios, estafas y robos con intimidación y violencia.
El capitán Greco Ruiz del Mauro, explica que "hacemos un desglose y vemos la connotación, reincidencia policial y tiempo que lleva prófugo".
Ambas instituciones realizan seguimientos a las redes de apoyo de los fugitivos y reconstruyen su vida previo a su desaparición. Eso sí, desarrollan su trabajo de inteligencia de forma diferente.
¿Un ejemplo? La información que entregan a la comunidad respecto a quiénes persiguen, como se hacía antiguamente en el lejano oeste con el clásico cartel de "se busca".
"Para nosotros es preferible que no aparezcan porque es parte de una estrategia. Lo más complejo es buscar a una persona que sabe que la están buscando. Evitan hace tramite o alguna gestión que pueda dejar algún rastro", señalan desde la PDI.
La cifra causa alarma en el Congreso y el diputado de la Comisión de Seguridad de la cámara baja, Gonzalo Fuenzalida, asegura que "las cifras que se manejan son preocupantes. Entre todos debemos trabajar para bajar estos números. Se aprobó el control de identidad precisamente para que las policías tengan las herramientas al alcance".